TW
0

Castilla-La Mancha ha recibido este sábado los primeros 5.850 primeros test rápidos de los 60.000 que ha comprado el Gobierno regional para la detección de la COVID-19, que permiten establecer si una persona está infectada o no en apenas quince minutos.

Los primeros test que han llegado a Castilla-La Mancha cuentan con la certificación europea y la aprobación de la Agencia Española del Medicamento y han sido validados por especialistas del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha informado la Junta en un comunicado.

Además, ha sido remitida alguna unidad al Instituto de Salud Carlos III para que el Ministerio de Sanidad conozca el tipo de test adquiridos por el Gobierno de Castilla-La Mancha.

Noticias relacionadas

Los test se enviarán este domingo a las diferentes gerencias del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha con el fin de que puedan iniciar su realización cuanto antes en función a un protocolo diseñado en el que se establecen los colectivos prioritarios: profesionales sanitarios, residentes y trabajadores de residencias de ancianos sospechosos, pacientes ingresados en hospitales pendientes de decisión de aislamiento y personal esencial.

En el caso de las residencias de ancianos, la Consejería de Sanidad ha previsto que la realización de los test se lleve a cabo en las propias instalaciones residenciales, mientras que en los centros sanitarios se ha establecido que sea cada gerencia la que decida la organización del circuito para su realización.

«Con estos nuevos test rápidos de coronavirus será mucho más fácil y rápido detectar a aquellas personas afectadas por la COVID-19, permitiendo la adopción de decisiones más ágiles en cuanto a la contención de la transmisión comunitaria de la enfermedad», ha indicado el Gobierno.