«El consumo de tabaco es un importante factor de riesgo de la incidencia de infección respiratoria, así como de la severidad en la progresión de la enfermedad, incluyendo también, con la evidencia científica disponible hasta el momento, la infección por SARS-CoV-2. Las recientes hipótesis que sustentan que la nicotina podría tener un efecto preventivo en el contagio o en la reacción inflamatoria exagerada no están acreditadas, por el momento, con una evidencia científica sólida», señalan en un comunicado.
Los epidemiólogos argumentan que los fumadores, en mayor medida los fumadores actuales pero también los exfumadores, son más susceptibles de sufrir infecciones respiratorias víricas y bacterianas, tanto en sus formas leves como más graves. Por ejemplo, duplica el riesgo de sufrir neumonía y tuberculosis, e incrementa hasta 5 veces más la probabilidad de enfermar por gripe. Además, fumar agrava las infecciones respiratorias, con un mayor riesgo de hospitalización e ingreso en UCI en las personas afectadas por la gripe.
Por otra parte, la evidencia científica de las epidemias precedentes por otros coronavirus como el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) muestra cómo ser fumador o haber fumado era un importante factor de riesgo que llegaba a triplicar la probabilidad de sufrir esta enfermedad. En el caso del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV), la asociación, aunque positiva, no llegó a ser significativa.
¿La nicotina, buena en lucha contra la COVID-19?
Siguiendo con esta afirmación, el Ministerio de Sanidad ha advertido de que no hay evidencia científica que demuestre los supuestos efectos protectores de la nicotina frente a la Covid-19 y asegura que los estudios difundidos en este sentido son muy preliminares y no tienen en cuenta el daño que causa el tabaquismo en la salud.
En un comunicado, Sanidad destaca las investigaciones que demuestran una peor evolución de la Covid-19 en pacientes fumadores, que también indican que fumar conlleva un riesgo 133 veces mayor de desarrollar una forma grave de los síntomas que en personas no fumadoras.
5 comentarios
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Las medidas que propones no son suficientes. Para acabar o reducir drásticamente las muertes causadas por los malos hábitos de la gente la sanidad pública tendría que dejar de ser universal. En un plazo de dos o tres años años debería establecerse una especie de sistema de bonus-malus, como en los seguros privados, para que el tratamiento de los nuevos casos de cáncer o SIDA que se detectaran a partir de una fecha determinada y fueran debido a los malos hábitos del enfermo no corriera a cargo de la Seguridad Social. La gran mayoría de cánceres de pulmón, higado o el SIDA se deben a costumbres malsanas de quienes los padecen , a sabiendas del peligro que corrían de seguir con su estilo de vida. De esta manera, sin que se tuvieran que subir las cotizaciones sociales, habría dinero para prótesis y tratamientos de enfermedades de niños que no están cubiertos por la seguridad social. De personas que han contraido enfermedades sin que llevaran una mala vida o que las tienen de nacimiento.
En riesgo estamos todos , y si en vez de ser trasparentes y no de mentir ,manipular, tergiversar , y poner al cargo de la pandemia a una banda de inútiles e incompetentes mas preocupados de su silla y del business que les aporta esta dramática situación ,que de la salud de las personas esto estaría bien claro ya que por desgracia es la realidad de un virus mortal del cual a día de hoy no hay ninguna forma o manera de eliminar..
Por qué entre los 11 y los 16 años no se enseña los males del tabaco y el alcohol en los todos los colegios, debería ser obligatorio, con salidas a terreno a hospitales, entrevistas a médicos, enfermeras, concursos.
Llevo dos meses sin fumar, pero si hace falta se va al estanco a por Lucky strike. Todo sea por el bien de la salud.
El único estudio que se ha hecho en este campo lo está haciendo un grupo de científicos franceses puesto que se ha comprobado tanto en Francia como en China que el número de hospitalizados fumadores es menor que el porcentaje de población fumadora. Ningún científico debe descartar la casuística atendiendo a ideas preconcebidas. En los estudios que se hicieron en mi empresa( mas de mil empleados), la incidencia de bajas por enfermedades infecciosos, especialmente pulmonares era menor en los fumadores que en los no fumadores. No sabemos la razón, pero no podemos dar la espalda al dato y lo que nos toca es averiguar el porque de las cosas.