El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha pactado con todas las comunidades autónomas, a excepción de Madrid y Euskadi, un acuerdo con 14 puntos sobre el próximo curso escolar, que establece que la 'vuelta al cole' se producirá en septiembre, como es habitual, con la actividad presencial como «principio general» a pesar de la amenaza del coronavirus.
Así lo ha anunciado la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, este jueves tras la reunión telemática que ha mantenido con los consejeros autonómicos en la Conferencia Sectorial de Educación, la cuarta desde la declaración del estado de alarma, donde ha presentado también un documento con recomendaciones sanitarias para los centros educativos a partir de septiembre.
El acuerdo suscrito por el Ministerio de Educación y las comunidades establece que el curso 2020-2021 tendrá 175 jornadas lectivas y los centros educativos deberán adaptar sus programaciones didácticas para «recuperar los aprendizajes imprescindibles no alcanzados» durante los meses de enseñanza a distancia por el coronavirus. También realizarán, según lo acordado, planes de seguimiento y apoyo para el alumnado con más dificultades.
Con este acuerdo, las comunidades autónomas asumen la elaboración de protocolos de actuación para garantizar la higiene, limpieza y el control sanitario en los centros. Un trabajo que realizarán junto a los servicios de prevención de riesgos laborales, y que incluirá medidas específicas para la atención de las personas incluidas en el grupo de riesgo.
Las comunidades también se encargarán de preparar los planes de contingencia ante las «eventualidades» que pueda provocar la evolución de la pandemia en el desarrollo del curso escolar, y tendrán que tomar «las medidas necesarias» para que los centros mantengan sus servicios de transporte y comedor escolar «en condiciones de seguridad».
Del mismo modo, recae en las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias educativas, el objetivo de «reducir la brecha digital» y «limitar» sus consecuencias entre el alumnado, aunque el Ministerio colaborará en mejorar la «oferta de recursos para el refuerzo de la competencia digital» de profesores, familias y alumnos y pondrá en marcha, junto a las consejerías regionales, programas de cooperación territorial para «dar respuesta a la nueva situación».
En este acuerdo no se incluyen las recomendaciones anunciadas este pasado miércoles por el Ministerio de Educación para el próximo curso. Entre ellas, que los escolares de Educación Infantil y de los primeros cursos de Primaria no tendrán que mantener una distancia interpersonal de metro y medio durante el próximo curso ni tampoco usar mascarillas en clase porque serán grupos «estables de convivencia» que evitarán mezclarse con los alumnos de otros cursos.
La ministra Celaá ha recalcado este jueves que ese documento, elaborado junto al Ministerio de Sanidad, es solo una «base» que todavía puede recibir aportaciones de las comunidades autónomas y que, por lo tanto, no es definitivo ni de obligada aplicación para el próximo curso.
El documento con medidas de prevención e higiene frente al coronavirus permite clases de hasta 20 alumnos, aunque el documento precisa que lo «ideal» es no superar los 15 escolares por aula. La ministra ha asegurado que eso no supone reducir las ratios de estudiantes por profesor que marca la ley. «Es una alternativa pero no es de obligado cumplimiento», ha dicho la ministra.
En este documento de recomendaciones también se establecía que, a partir de 5º de Primaria, los pupitres tendrán que estar separados a metro y medio en todos los cursos. La misma distancia que tendrán que guardar los estudiantes para evitar contagios dentro del centro. Cuando esa separación no sea posible, el uso de mascarillas se impone como obligatorio.
En la rueda de prensa posterior a la Conferencia Sectorial, la primera que ha celebrado Celaá con periodistas en la sala desde la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, la ministra de Educación ha aclarado que la separación de metro y medio es, de momento, la única medida obligatoria por ley que se tiene que respetar el próximo curso en los centros educativos.
Lo ha dicho recordando que esta medida aparece en el real decreto ley que regula la nueva normalidad, aprobado el pasado martes en Consejo de Ministros, donde se obliga a los centros educativos a tomar «medidas organizativas que resulten necesarias para evitar aglomeraciones y garantizar que se mantenga una distancia de seguridad de, al menos, 1,5 metros».
Por ello, Celaá ha advertido a comunidades como Madrid, que han mostrado su discrepancia con estas medidas, que sería ilegal no respetar la distancia de seguridad entre los escolares el próximo curso. «Si Madrid no respeta la distancia estaría incumpliendo la ley, y no creo que esté en esa disposición», ha dicho la ministra.
Celaá ha asegurado que «todos los centros educativos de España» están trabajando ya en «optimizar sus espacios» para favorecer la distancia de seguridad entre el alumnado. Esto incluye la utilización de comedores, gimnasios o bibliotecas para recibir clase, incluso recurrir a instalaciones ajenas «cuando un centro no pudiera de ninguna de las maneras encontrar espacios adicionales», ha precisado.
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