Las autoridades educativas insisten en la necesidad de que no vuelvan a producirse las escenas de las aulas vacías que marcaron los anteriores meses de confinamiento.

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Una maestra ha publicado en Facebook una imagen acompañada de una reflexión, que es recomendable tener en cuenta para comprender la situación en la que quedan los docentes en el actual panorama sanitario. Con la crisis del coronavirus aun lejos de superarse, y el ya cercano regreso a las aulas de los niños baleares y españoles en septiembre, en apenas un mes a contar desde esta fecha, son muchas las voces que expresan dudas y reticencias, sobre si los mecanismos de control, seguridad e higiene en los centros educativos son realistas, y en definitiva, si servirán para que no se genere el caos en donde nuestros hijos e hijas pasan una parte importante del día a día.

Se trata de unas líneas recomendables para todo el conjunto de la sociedad, aunque ciertamente no son optimistas ni halagüeñas. En verdad retratan un escenario muy preocupante, el de la educación en España, con la endémica falta de recursos materiales y humanos como caldo de cultivo para la expansión de la COVID-19 a través de miles de contagios desde el ámbito educativo.

Son palabras que reclaman un regreso seguro al colegio, tanto para los usuarios, alumnos y familias, como para las personas que en ellos trabajan. Palabras que, quizás, sirvan más a aquellos que parten de una premisa alarmantemente extendida de que los docentes, en general, trabajan poco o tienen un modo de ganarse la vida fácil y cómodo.

Luz Suárez, profesora en Galicia, habla sobre la situación laboral a la que tendrán que hacer frente los profesores en las próximas semanas, si nada lo evita y el curso escolar 2020-2021 arranca con la pretendida normalidad que hasta el momento han transmitido las autoridades educativas en España.