El propósito es evitar cualquier posibilidad de colapso sanitario y un segundo confinamiento como el vivido en marzo y abril, según han anunciado las consejeras de Salud y Desarrollo Económico e Infraestructuras, Nekane Muirga y Arantxa Tapia, en una comparecencia en Bilbao.
Tapia ha destacado que este paso es «urgente y necesario» y ha advertido de que la emergencia sanitaria «no es un estado de alarma» ni «conlleva todas las medidas restrictivas que se aplicaron en marzo», pero «va permitir evitar tiempos pasados y afrontar esta fase de la pandemia de la forma más efectiva para cerrar el verano en las mejores condiciones posibles».
«No nos planteamos en absoluto un confinamiento total, ni más suave, ni más duro», ha asegurado.
Tras la declaración de la emergencia sanitaria, el mismo lunes se activará el LABI (Plan de Protección Civil de Euskadi), cuya dirección y coordinación asumirá el lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, que de esta forma ejercerá el mando único.
El LABI se reunirá el martes 18 y ese día será cuando se informe con mayor concreción de las medidas avanzadas este sábado.
Murga ha alertado de que Euskadi está ante un «posible tsunami» por el avance del coronavirus y que aunque la evolución de los contagios está siendo «más lenta» que en marzo y con casos «menos graves» es necesario frenarlo.
En los últimos tres días el número de nuevos contagiados diarios se ha mantenido por encima de 500, este sábado se han notificado 575 más en Euskadi, la cifra más alta desde que se levantó el estado de alarma. Los nuevos positivos se han detectado en las 8.263 pruebas PCR hechas, el número más alto de las últimas semanas.
Tapia ha señalado que en este momento no está sobre la mesa la posibilidad de prohibir movimientos entre provincias o fuera de la comunidad autónoma, pero ha precisado que la situación se evaluará «de forma constante» y no quiere decir que se plantee esa medida para más adelante.
«Trabajaremos en la combinación de medidas más restrictivas de forma generalizada y medidas adicionales para actuaciones quirúrgicas donde la necesidad sea mayor», ha indicado la consejera Tapia, que no descarta confinamientos puntuales en zonas o barrios si la situación lo requiere.
Para ello, el instrumento de la emergencia sanitaria, recogido en la Ley Vasca de Gestión de Emergencias, ofrece al lehendakari un sustento legal para tomar estas medidas restrictivas que afectarán de una manera especial al sector hostelero, que en Guipúzcoa y Vizcaya podrá extender sus horarios hasta la madrugada este fin de semana al estar respaldado por un pronunciamiento del viernes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
Tapia ha hecho un llamamiento para no incurrir en excesos en el ocio nocturno en el fin de semana por ser el último en que los locales disfrutaran de esta prerrogativa, ya que después los horarios quedarán limitados en toda España.
La consejera ha dicho que hablarán y colaborarán con los hosteleros para afrontar la situación. «La hostelería se va a ver afectada, va a haber implicaciones y hay que trabajar para que no desaparezca de nuestras calles y nuestras vidas. Habrá que ser un poco flexible y adaptarse a la situación», ha apostillado.
Con la restricción de los horarios en la hostelería, llegará además una adaptación de los horarios del transporte público.
De lo que se trata, ha dicho Tapia, es de intentar hacer una vida lo más normal posible pero con el objetivo de llegar a septiembre habiendo «preservado» el sistema sanitario vasco.
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