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Mientras una cuidadora de una residencia de gente mayor intenta dar de comer a una usuaria impedida en la cama, profiere expresiones despectivas y totalmente fuera de lugar, y una compañera lo graba con su teléfono móbil entre risas. La primera intenta justificar lo injustificable ante la cámara, «yo no soy asín, que conste», espeta en un intento de justificarse. Pero el daño ya está hecho.

Ese fragmento de vídeo circula en las últimas horas con virulencia en las redes sociales. Muchos usuarios han reaccionado con rechazo a la actitud de las trabajadoras. A algunos les lleva a considerar que encarar el último tramo de la vida rodeado de tanta falta de humanidad es algo lamentable. Alguien debe hacer algo.

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Las redes sociales se han movilizado y han puesto nombre y apellidos a esta triste situación. Al parecer ha sido grabada en una residencia de gente mayor de Terrassa (Barcelona).

Los usuarios han identificado a una usuaria de Instagram como autora de las imágenes. Poco antes de borrar la cuenta afirmó que se defendería de todos los comentarios en un vídeo en directo. Nunca más se supo.

También hay quien cuestiona que este vídeo salga a la luz. Algunos exponen que la situación en los geriátricos es límite desde hace demasiado tiempo, y que el comportamiento de las trabajadoras no es violento, ni menoscaba la dignidad de la anciana. El debate está abierto.