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Casi 6,3 millones de españoles quedarán confinados perimetralmente esta semana, cuando entren en vigor los cierres anunciados para toda Navarra (647.500 personas) a partir del jueves, desde mañana en Aranda de Duero y desde el miércoles en Burgos, en una semana que se inicia con el número de contagiados muy cerca del millón (974.449).

Navarra, donde hasta ahora solo había restricciones en Carcastillo (de unos 2.500 habitantes) y Cadreita (de unos 2.000), se ha convertido en la primera comunidad autónoma en decretar el cierre perimetral de su territorio, del que no se permitirá la entrada o salida salvo en casos excepcionales. Hasta ahora los confinamientos eran por municipios o por áreas de salud.

Además, cerrarán en Navarra los bares, cafeterías y restaurantes, establecimientos que solo podrán mantener la actividad para venta de pan y prensa si disponen de habilitación para ello. En el caso de hoteles y casas rurales, además, se permitirá la restauración para atender a las personas que tengan alojadas, en mesas de 4 personas como máximo.

El director del Centro de Coordinación de alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha afirmado que, si las medidas que ha acordado Navarra no cuentan con el aval de los tribunales, como sucedió con la Comunidad de Madrid, «habrá que ver qué ver qué alternativas» se plantean para normalizar la situación.

El anuncio de la presidenta navarra, María Chivite, se ha producido en un día en que el Ministerio de Sanidad ha notificado 37.889 nuevos casos de covid desde el pasado viernes, 3.780 en las últimas 24 horas, con lo que la cifra total de contagios se eleva a 974.449, y la muertos a 33.992, 217 más.

Este anuncio ha coincidido también con el confinamiento perimetral decretado por la Junta de Castilla y León para Aranda de Duero (32.856 vecinos) desde este martes y para Burgos (175.821 residentes) desde el próximo miércoles, de forma que uno de cada cuatro habitantes de esta región, 618.000 personas, no podrán salir de su municipio sin causa justificada.

Por comunidades, el País Vasco es el que más nuevos positivos ha confirmado en las últimas 24 horas, con 634; seguido de Aragón, con 476; Navarra, con 466; Galicia, con 397; y Madrid, con 354.

A un paso del confinamiento parece estar Logroño, pero la decisión del cierre se tomará más adelante, en función de los resultados de un cribado que se realiza en estos días. En el otro lado, este lunes se ha conocido que podrán salir de sus poblaciones los residentes en Lorca y Jumilla, en Murcia.

De momento, y a la espera de lo que se decida en la Comunidad de Madrid para a partir de este fin de semana, están confinadas en esa región unas 4.749.000 personas, de ellas 4.591.299 bajo el decreto del estado de alarma, que afecta a 3.266.126 personas en la capital, además de a Alcobendas (117.040), Alcorcón (170.514), Fuenlabrada (193.700), Getafe (183.374), Leganés (189.861), Torrejón de Ardoz (131.376), Móstoles (209.184) y Parla (130.124).

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Al margen de las medidas impuestas por el Gobierno central, la Comunidad de Madrid mantiene restricciones en áreas sanitarias de otros siete municipios de menor tamaño, donde hay casi 157.500 personas que tampoco pueden salir de su zona.

Se trata de las poblaciones Villa del Prado (6.520), Humanes (19.743) y Arganda del Rey (55.389), además de los barrios de Reyes Católicos (San Sebastián de los Reyes), donde viven aproximadamente 20.900 personas; Sierra de Guadarrama (Collado Villalba), con unos 15.200 afectados; Colmenar Viejo Norte (Colmenar Viejo), con 18.400 afectados; y Valleaguado en Coslada, con unos 21.300 residentes.

En Castilla y León, además de las poblaciones mencionadas de Aranda de Duero y Burgos, ya estaban confinadas Salamanca, con 144.228 habitantes, León (124.303), y Palencia (78.421), al igual que la burgalesa Miranda de Ebro (35.000), el municipio leonés de San Andrés de Rabanedo (30.000), y San Pedro Latarce, un pequeño pueblo de Valladolid de menos de quinientos vecinos.

Además, la localidad de Pedrajas de San Esteban, de 3.300 habitantes, afronta su quinta semana confinada, situación de la que ya salieron Íscar, de 6.300 vecinos, y Medina del Campo, con 20.000.

En el caso de Galicia, el confinamiento perimetral afecta a 134.048 personas, la mayoría en Ourense capital (105.233) y en Barbadás (11.037 habitantes). Tampoco se puede salir de O Carballiño (14.027 habitantes), O Irixo (1.466) y Boborás (2.285).

Esta provincia gallega es el territorio de España con medidas más duras en las relaciones sociales, pues no se pueden mantener reuniones con personas no convivientes. Además, el consumo en el interior de bares y cafeterías está vetado.

En Andalucía queda confinada Écija (Sevilla), con 39.873 vecinos; Almodóvar Del Río (Córdoba) -7.937- y Linares (Jaén) -57.414-, pues ya salió del confinamiento la localidad sevillana de Casariche.

Además, la Junta acordó para Granada y los 32 municipios de su área metropolitana el cierre de bares y locales comerciales a las 22.00 horas con reducción de aforo al 50 % y un máximo de 6 personas por mesa, así como el cierre de mercadillos y parques públicos.
En Murcia han salido de las restricciones de movilidad Jumilla y Lorca, con lo que ya solo quedan confinadas 47.000 personas total: 31.000 personas en Totana, 10.000 en Fortuna y 6.000 en Abanilla.

En Cataluña, donde la pandemia sigue creciendo sin control, no se han adoptado restricciones a la movilidad, pero ya están cerrados durante 15 días sus bares y restaurantes, una medida a la que se sumará el cierre durante la noche -de 22 a 7 horas- de los comercios que abren las 24 horas del día y las tiendas anexas a gasolineras.
Todas estas medidas buscan evitar una vuelta a los confinamientos domiciliarios, en la misma línea que Europa, donde se endurecen las restricciones y se ha llegado a adoptar incluso toques de queda como en París.