El Gobierno ya prorrogó desde julio hasta el 29 de septiembre del año pasado la moratoria hipotecaria sobre la vivienda habitual y sobre los créditos al consumo, en ambos casos por una duración de tres meses, si bien desde entonces se había estudiado su recuperación, tal y como se demandaba desde Unidas Podemos.
Así, el Ejecutivo recupera y amplía ahora a 9 meses las moratorias con y sin préstamo hipotecario y también las que se aprobaron en su momento para las empresas del sector del turismo y el transporte, según han indicado a Europa Press en fuentes del Ejecutivo.
Según los últimos datos del Banco de España, las entidades financieras españolas concedieron a cierre del mes de diciembre 1,379 millones de moratorias hipotecarias y no hipotecarias a los afectados por la crisis del coronavirus, con un saldo vivo pendiente de amortización de 54.200 millones de euros.
En detalle, al cierre de diciembre se habían recibido 261.320 solicitudes de moratoria hipotecaria, de las que se ha dado curso a 222.000, cuyo saldo vivo pendiente de amortización es de 19.970 millones de euros.
También se han registrado 411.038 peticiones en el marco de la moratoria legislativa de los contratos de crédito sin garantía hipotecaria, de las que se han tramitado 363.176, con un saldo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos de 2.684 millones de euros.
Por su parte, el Consejo de Ministros también ha dado luz verde a la ampliación a 9 meses de las moratorias referidas al sector turístico y al sector del transporte. A principios de julio se aprobaron por real decreto las moratorias referidas al sector turístico y al sector del transporte público de mercancías y discrecional de viajeros en autobús, que no se refieren solo a personas físicas, al ser aplicables también a personas jurídicas.
Los datos del Banco de España muestran que el número de solicitudes y concesiones ha sido muy inferior para estos dos tipos de moratorias. En concreto, El número de solicitudes de moratoria legislativa para créditos hipotecarios de inmuebles correspondientes a una actividad turística se situaron hasta diciembre en 1.570, de las cuales se ha dado curso a 1.362, con un saldo pendiente de amortización de los préstamos suspendidos superior a 2.000 millones de euros.
De su lado, las solicitudes de moratoria legislativa referida al transporte han ascendido a 1.836, habiéndose dado curso a 1.661, alcanzando el saldo pendiente de amortización de estos préstamos suspendidos los 125 millones de euros.
Estas nuevas moratorias se suman a las medidas aprobadas la semana pasada, que incluyeron la ampliación, hasta el final del actual estado de alarma (9 de mayo), de la posibilidad de solicitar la moratoria o condonación parcial de la renta del alquiler de vivienda, cuando el arrendador sea un gran tenedor o entidad pública, con objeto de atender a determinadas situaciones de vulnerabilidad que puedan producirse más allá del 31 de enero, actual fecha de finalización del referido plazo.
Asimismo, se extendió hasta esa misma fecha, 9 de mayo de 2021, los contratos que pueden acogerse a la prórroga extraordinaria de seis meses de los alquileres de vivienda, en los mismos términos y condiciones del contrato en vigor, siempre que no se hubiese llegado a un acuerdo distinto entre las partes y que el propietario, persona física, no hubiese comunicado la necesidad de la vivienda para sí, en cumplimiento de los plazos y condiciones establecidos en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
5 comentarios
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El país de hoy no te pago,mañaanaaa,
@florencio, si fuera comunista como dices, no habría bancos privados. A ver si vamos cambiando el argumento que ya cansa..
Se obliga a los bancos a esperar mejores para que así no empiecen a quebrar miles de empresas con los consiguiente despidos y deudas de dudoso cobro... Es necesario.
Eso es pan para hoy y hambre para mañana...
O sea que le pasa el muerto a las entidades financieras como buen gobierno comunista. Ah però un momento, el Estado no avala cientos de millones a estas entidades? Entonces quien paga en caso de que quiebren los bancos privados? El Estado endeudandose. Y quien paga esa deuda? Nuestros hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, etc.