«Ante fallos predictivos como los que han tenido lugar en las recientes elecciones de Madrid, lo que conviene es abordar un debate riguroso, objetivo y desprejuiciado, sin descalificaciones ad hominem», dice en un artículo de opinión publicado en el diario El País este sábado, once días después de las elecciones del 4 de mayo.
En la encuesta dada a conocer el 5 de abril, el CIS apuntaba a un empate técnico entre los bloques de la izquierda y la derecha, con 68 diputados cada uno, y el 'sondeo flash' del 22 de abril abría la puerta a una mayoría absoluta de izquierdas que podía llegar a los 73 escaños. Finalmente, Más Madrid, el PSOE y Podemos sumaron en las urnas 58 diputados.
No se detectó la caída socialista
Ante las críticas recibidas, Tezanos resalta que el CIS en todo momento daba ganador de las elecciones al PP -aunque con entre seis y once escaños menos que los 65 que obtuvo el 4-M-, que el primer sondeo acertó con el número de diputados de Unidas Podemos y de Ciudadanos y que el segundo predijo correctamente los escaños de Más Madrid y de Vox.
«En contraste con estos aciertos, es evidente que nuestras encuestas no detectaron la caída del PSOE, posiblemente porque se produjo básicamente en los tres o cuatro últimos días», añade sobre los resultados de los socialistas, que se quedaron con un 16,85% de los votos y 24 escaños después de que el CIS les atribuyera un 25,3% y 38 diputados y luego un 23,4% y entre 34 y 36 diputados.
Además, Tezanos destaca que durante el último periodo del CIS «siempre se ha acertado en la identificación de los partidos ganadores y, en varias ocasiones, se ha anticipado con notable precisión los repartos de escaños, como sucedió en las elecciones de abril de 2019, en las gallegas, en las vascas y en las catalanas, en las que nadie daba vencedor al PSC».
También señala que «no es cierto que el CIS antes siempre acertara» y recuerda cómo se equivocó al pronosticar los resultados de los comicios generales de 2016 y cómo otras encuestadoras fallaron igualmente en sus estudios. En cualquier caso, cree que los errores del CIS en el pasado no se debieron a «la impericia de sus técnicos ni de sus presidentes», sino a que se continuaban utilizando modelos de estimación del voto de los años ochenta que «estaban desfasados».
Por otro lado, Tezanos -afiliado desde los años 70 al PSOE, en cuya Ejecutiva Federal fue secretario de Estudios y Programas entre 2017 y 2018- subraya que no es un «adivino» ni pretende que el CIS sea una «institución adivinadora».
«Quienes estamos al frente del CIS somos científicos sociales, comprometidos con los métodos, y con el ethos propio de la Ciencia», asegura, agregando que lo único que cabe exigirles es que sus ideas sean públicas y que no se dejen «influir por ellas en el trabajo profesional».
Por último, insiste en que las encuestas sociológicas, «incluso las más rigurosas y mejor ejecutadas», operan con «amplios márgenes de error», por lo que «no deben ser fetichizadas ni petrificadas».
Asimismo, explica que en la sociedad española hay una creciente «volatilidad» e «impredecibilidad» porque cada vez menos electores votan siempre por el mismo partido y porque también aumentan los que toman la decisión sobre a quién votar, o cambian de opinión, durante la jornada electoral o el día anterior, y entre el 16% y el 18% se decide durante la última semana de la campaña.
8 comentarios
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Lo que sí es seguro es un presunto malversador de una institución pública y un prevaricador que utiliza dicha servicio público ,al uso exclusivo propagandístico y de difusión mediática a favor única y exclusivamente de su formación política el PSOE....
Sólo le falta por reconocer que no es "divino". El CIS, entidad pública de opinión, es una lamentable anomalía española que debemos al ministro tardofranquista Fraga. En una democracia sans los temas de opinión política se dejan en manos de entidades independientes.
Un adivino, ha quedado una vez más que no es....pero un SINVERGÜENZA pagado por todos para trabajar en beneficio de unos pocos....ha quedado bieeeeen claro que sí es. GENTUZA con corbata y viviendo del cuento de lo público. TÁPATE ANDA !!!
Entonces para que nos sirve si nunca acierta? Cuando uno no es útil, se va...
Ahora mismo me vienen muchos adjetivos para calificar a este individuo, y efectivamente, adivino, no es uno de ellos.
Adivino no, pero sectario, impresentable, viviendo de la mamandurria al servicio del que le da de comer si. Si tuviera un mínimo de decencia tendría que haber dimitido, ya que su jefe no lo fulmina por inútil e impresentable manipulador.
No es adivino pero bien que manipula los datos. Menuda tontería tener al CIS que no da ni una. Sin embargo, nos cuesta unos cientos de miles de euros al año... Vergonzoso