El 20 por ciento de los conductores españoles reconoce que consume más alcohol, drogas y medicamentos que antes de la pandemia, el mismo porcentaje que asegura que conduce peor al haber perdido habilidades al volante por las restricciones a la movilidad.
Así se recoge en el estudio «Covid y Seguridad Vial. Influencia de la pandemia en la movilidad y la accidentalidad del futuro', de la Fundación Línea Directa, presentado este lunes.
En el mismo se han analizado las tendencias a la movilidad a través de 1.700 encuestas a conductores y el comportamiento de la siniestralidad mediante diversos informes y los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Aunque 2020 ha arrojado la cifra más baja de fallecidos en accidente de tráfico desde 1960 (870 muertos en vías interurbanas), el estudio pone el acento en que ese año la movilidad se redujo un 25 % debido a la pandemia.
Así, teniendo en cuenta esa reducción de los desplazamientos, el pasado año se contabilizaron 128 fallecidos más de lo que correspondería, por lo que 2020 se convierte en términos relativos en «el peor año de la década en materia de seguridad vial», ha subrayado la directora general de Fundación Línea Directa, Mar Garre.
Y es que se ha percibido una «fuerte» relajación de la responsabilidad de los conductores en el primer confinamiento (entre marzo y junio): el 36 % de los fallecidos en accidentes de tráfico en coche y furgoneta no llevaban puesto el cinturón de seguridad y se detectó un incremento del 39 % de vehículos con exceso de velocidad.
La situación marcada por la tensión y el agotamiento se refleja en la encuesta, de tal forma que el 60 % de los conductores es crítico con las restricciones a la movilidad en 2020 y 2021 y, además, 6,6 millones (24 %) admiten haberse saltado esas limitaciones en algún momento.
Los encuestados de Castilla-La Mancha y Murcia son los que reconocen más infracciones y 4 millones afirman que no respetan el protocolo de mascarilla en el coche.
Para el 2021 se prevé un incremento de 30 % de la movilidad (416 millones de desplazamientos de largo recorrido), con lo que desde Línea Directa se advierte de que el número de fallecidos se puede «disparar» y volver a alcanzar los 1.100, igual que en 2019.
El incremento de la movilidad, la tendencia a no cumplir las normas y el «efecto euforia», pueden crear una «tormenta perfecta en materia de seguridad vial y hacer que «este año termine lamentando muchas pérdidas de vida», ha alertado Garre.
El accidente tipo el pasado año: julio fue el mes con más siniestros mortales, se produjeron más en sábado y domingo, mayoritariamente en turismos, en carreteras convencionales, por salida de vía y afectó más a hombres que a mujeres, jóvenes y al grupo de edad de entre 55 y 64 años.
En términos absolutos, la reducción de la mortalidad el pasado año fue del 21 %, lo que sitúa a España como el sexto país con mayor descenso de la siniestralidad de un total de 27 analizados.
Además, en abril de 2020 España experimentó una reducción de trafico solo igualada por Italia y Francia (75 %).
Uno de cada 5 conductores bebe más que antes de la pandemia y conduce peor
Madrid01/06/21 4:01
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Como se está acabando la calamidad del covid, nos están proponiendo una serie de calamidades post-covid, de lo más variopinto, a manera de efectos colaterales. Por una oscura razón, al ser humano le fascinan las catástrofes, por lo menos desde las plagas de Egipto.