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El independentismo ha vuelto a salir a las calles de Barcelona para conmemorar el cuarto aniversario de la huelga general llevada a cabo el 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum ilegal del 1-O, en una movilización convocada por la ANC que ha congregado a unas 3.000 personas, según la Guardia Urbana.

Como parte de los actos conmemorativos del 1-O y el 3-O, el independentismo civil ha convocado este fin de semana una serie de movilizaciones que han concluido este domingo con la reivindicación del 3-O, que llega la víspera de la declaración del expresidentecatalán Carles Puigdemont ante un juez en Cerdeña (Italia), tras su detención de la semana pasada y posterior puesta en libertad.

Este hecho ha estado presente entre los manifestantes, que han coreado consignas en apoyo del expresident y, algunos de ellos, en contra de la mesa de diálogo Estado-Generalitat.

Alrededor de las 10.30 horas los manifestantes han empezado a congregarse en la plaza Francesc Macià de Barcelona, donde se han repartido carteles con un doble mensaje: «Hemos ganado, exigimos la independencia».

Entre los manifestantes figuraban la presidenta del Parlament, Laura Borràs y el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, así como los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull y Damià Calvet.

También han asistido los diputados de JxCat en el Parlament Francesc de Dalmases y Glòria Freixa, así como el portavoz del partido en el Senado, Josep Lluís Cleries, y la diputada en el Congreso Pilar Calvo, entre otros.
Hasta la plaza Cinc d'Oros, donde ha concluido la manifestación, se ha acercado también la diputada de la CUP en el Parlament Eulàlia Reguant.

La manifestación ha discurrido sin incidentes por la avenida Diagonal de Barcelona hasta el cruce con Passeig de Gràcia, donde está situada la plaza del Cinc d'Oros y los manifestantes han enarbolado numerosas banderas independentistas.

La cabecera de la marcha la ha presidido una pancarta con el lema «3-O, alcémonos y ganemos la independencia».

Desde un escenario situado en la plaza, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha arremetido contra el «pactismo» que solo trae «derrotas» y ha dicho que la fuerza del 1-O se perdió por esperar una negociación con el Estado.

Por su parte, desde Òmnium Cultural, el filósofo Xavier Antich ha pedido no «abandonar» el «legado» del 1-O, que ha reclamado que quede fuera «de las dinámicas partidistas».
En nombre de la Plataforma 3-O han hablado Francisco Garrobo y Laura Gener, que han reclamado que se implemente «la voluntad democrática expresada por la mayoría del país de conquistar el ejercicio del derecho a la autodeterminación», así como la retirada «de las fuerzas policiales estatales».

«En contra del liderazgo de las movilizaciones en la calle, los gobiernos autonómicos y estatales no respetaron, no están respetando, la voluntad expresada en las urnas por la ciudadanía», han expresado.

Ambos representantes han alertado, asimismo, que está en marcha «una nueva dinámica reformista y autonómica que pretende la desmovilización para secuestrar la voluntad democrática».

Para la plataforma convocante, la situación actual es «peor» que la de 2017, por lo que quieren reivindicar «el espíritu y los objetivos que aquel día hicieron posible la huelga general más exitosa de las últimas décadas».

Por ello, la plataforma 3-O ha hecho un llamamiento a la «movilización popular continuada» para conseguir «la amnistía», la derogación de la ley mordaza y el fin «de la impunidad represiva, tanto la policial como la judicial».

Previamente, al inicio de la manifestación, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha pedido recuperar la «unidad» y la «fuerza» que «hizo posible» el referéndum ilegal del 1-O y la jornada de huelga general del 3-O.

«El 1-O nos autodeterminamos y lo hicimos a pesar de la violencia que el Estado español utilizó para que esto no fuese posible», ha dicho la presidenta del Parlament