Las autoridades han ordenado la evacuación de diversas zonas de Los Llanos de Aridane ante la previsión de avance de la colada de lava que discurre más al noroeste, y su proximidad a la zona límite del perímetro ya evacuado. En la imagen, una familia de la localidad de La Laguna recoge sus enseres. | Elvira Urquijo A.

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Más de 700 residentes de La Palma recibieron el martes la orden de abandonar sus casas ante la proximidad de la lava procedente de un volcán que ha devastado la isla española.

Ante el avance de un río de magma fundida procedente del volcán Cumbre Vieja hacia el noreste de la isla canaria, las autoridades ordenaron la evacuación de entre 700 y 800 personas del municipio de La Laguna, de acuerdo con el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).

El director técnico del Pevolca, Migel Ángel Morcuende, dijo que la lava estaba avanzando lentamente, por lo que debería haber tiempo suficiente para que los evacuados puedan llevarse sus mascotas y pertenencias.

El martes se registraron 64 movimientos sísmicos, el más fuerte de 4,1, según el Instituto Geológico Nacional de España.

El aeropuerto de la Palma continuaba abierto, aunque 11 vuelos fueron cancelados y otros tantos sufrieron retrasos el martes, según informo la operadora aeroportuaria AENA.
Previamente, las autoridades levantaron el confinamiento de más de 3.000 residentes de La Palma ordenado como consecuencia de una espesa nube de humo procedente del volcán.

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Una corriente de lava arrasó el lunes una fábrica de cemento, levantando nubes de humo y haciendo que las autoridades pidieran a los habitantes de la zona que se quedaran en casa.

El martes, las autoridades dijeron que la nube de humo había pasado y que la calidad del aire había mejorado, por lo que 3.500 residentes podían abandonar sus casas.

La lava de la erupción que comenzó el 19 de septiembre ha arrasado una superficie total de casi 600 hectáreas, dijo Miguel Ángel Morcuende, director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias.

Tras el derrumbe parcial del cono del volcán el sábado, una nueva colada de lava se dirigió hacia el mar, asolando las plantaciones de plátanos y aguacates y la mayoría de las casas que quedaban en el pueblo de Todoque.

Los torrentes de roca fundida han destruido 1.186 edificios en las tres semanas transcurridas desde la erupción, según el Instituto Volcánico de Canarias.
Unas 6.700 personas han sido evacuadas de sus hogares en La Palma, que tiene unos 83.000 habitantes.