La reunión se está celebrando en la segunda planta de la sede del PP desde las 20:45 horas. | Javier Sánchez

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La sede del PP en la calle Génova acoge este miércoles por la noche una reunión muy tensa, que comenzó a las 20:45 horas, ya que los barones exigen a Pablo Casado que dimita como presidente de forma inmediata. Sin embargo, el aún líder de los populares se niega. Casado ha optado por alargar su agonía y en estos momentos se mantiene en el cargo, pese a que los líderes territoriales le han pedido que se marche ya. El aún presidente del PP prefiere hacerlo en la junta directiva nacional de la próxima semana.

Antes de la entrada al cónclave, los barones han loado las virtudes del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al que ven como la persona más adecuada para tomar las riendas del Partido Popular, abierto en canal con motivo de la guerra fratricida que se ha vivido en el partido por el supuesto caso de espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

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El aún líder del PP se ha reunido en primer lugar con el presidente gallego, con el que ha estado conversando durante una hora y media. Posteriormente, lo ha hecho con los barones que han intervenido uno a uno; el último ha sido Feijóo, tras el que ha tomado la palabra Casado y han hecho un receso. A lo largo de la noche se ha insinuado que el líder gallego podría convertirse en presidente del Partido Popular de forma directa, sin necesidad de pasar por unas primarias. Sin embargo, desde el PP de Galicia lo han negado y han asegurado que si Feijóo es presidente será escogido en un congreso extraordinario.

El Partido Popular atraviese la mayor crisis de su historia y se ha planteado una refundación del mismo para superar esta guerra interna, que ha dejado muy tocado al principal partido de la oposición. Cabe destacar que Vox está recortando distancias con los populares, según las últimas encuestas; además no se descarta que el partido de Santiago Abascal incluso pueda dar un sorpasso. Otro temor era que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pudiese adelantar elecciones, teniendo en cuenta la debilidad de su principal adversario político. Sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha descartado esta posibilidad.