El ministro de Consumo en una fotografía de archivo. | Efe

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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, se ha mostrado convencido de que el PP no apoyará las medidas de ahorro energético, aunque se tramiten como proyecto de ley, porque el partido de Alberto Feijóo, en su opinión, sólo tiene «claramente diseñada una estrategia de acoso y derribo» al Gobierno de coalición. «Su objetivo no es otro que atacar, sin ningún tipo de criterio», ha añadido Garzón en La Hora de La 1 de TVE, donde ha sido preguntado sobre si creía que el PP apoyaría las medidas de ahorro energético si se tramita como proyecto de ley.

El ministro ha dicho que por las últimas informaciones de las que disponía parecía que finalmente será así como se tramite, como resultado de las negociaciones que se están manteniendo a nivel parlamentario. Así, en su opinión, se facilitará que pueda aprobarse y convalidarse y eso, según sus palabras, es fundamental para reducir el consumo de energía en el país y para depender menos de los proveedores externos, pero además se podrán incorporar mejoras. Preguntado sobre qué le parecía que el PP no lo apoyará aunque se tramitara así porque en otra ocasión el Gobierno lo anunció y resultó un engaño, Garzón ha replicado: «nosotros siempre que hemos establecido un compromiso de tramitarlo como proyecto de ley se cumple, y además se vota de manera prácticamente simultanea; es la votación siguiente».

«Estamos ante escusas», ha sostenido el ministro quien ha advertido al PP de que con su actitud no ratificará la política de sus propios compañeros europeos. Garzón se ha mostrado preocupado por las subidas de la luz, aunque ha recordado la excepción ibérica con la que cuenta España y que la hace estar en mejores circunstancias que otros países. Lo que hay que hacer ahora, según Garzón, es proteger a las familias y a los salarios y evitar una pérdida de poder adquisitivo de las familias trabajadoras.

Y eso significa, a su juicio, que deben poner un esfuerzo adicional quienes más tienen, «las grandes empresas y fortunas, que en las ultimas décadas se han beneficiado de un diseño de política pública» distinta a la que propone este Gobierno. «La subida de los salarios en los últimos veinte años -ha argumentado- ha sido muy inferior al incremento de la productividad, es decir los salarios cada vez representan una menor parte de la tarta. Ha habido quien se ha llevado una parte mayor de la tarta, son los beneficios empresariales, y estos han crecido en los últimos años (...) y es el momento de corregir esta dinámica».