Carles Puigdemont
Convocó el referéndum como presidente catalán. Tras declarar la independencia el 27-O de 2017 y ser cesado por el Gobierno, huyó a Bélgica, donde aún reside. En estos cinco años, su protagonismo se ha ido diluyendo, fruto de la distancia y la llegada de ERC al poder. Es eurodiputado de JxCat y preside el simbólico Consejo de la República.
Oriol Junqueras
Era vicepresidente del Govern y conseller de Economía, departamento clave para la logística del 1-O. Decidió quedarse en Catalunya y recibió la mayor condena de cárcel. Indultado 3 años y 7 meses después, pero inhabilitado para cargo público, sigue liderando ERC y con gran ascendente sobre el president Pere Aragonès. Abandera la vía del diálogo y su relación con Puigdemont está rota.
Mariano Rajoy
Rechazó pactar un referéndum y llevó a los tribunales las «leyes de desconexión», pero no pudo evitar las imágenes de urnas y críticas externas por las cargas policiales del 1-O. Tras la DUI, se convirtió en el primer presidente del Gobierno que suspendió el autogobierno con el artículo 155 de la Constitución y cesó al Govern de Puigdemont. Pasado un lustro, desahuciado de la Moncloa por una moción de censura que propulsó a Pedro Sánchez, regresó a su puesto de registrador de la propiedad.
Soraya Sáenz de Santamaría
La vicepresidenta española fue una de las más damnificadas políticamente por el 1-O. Su ‘operación Diálogo' no prosperó y los servicios de inteligencia tampoco hallaron las urnas para desactivar el referéndum. No tuvo éxito en 2018 al intentar suceder a Rajoy y su carrera dio un giro: fuera de la política, es miembro del Consejo de Estado y abogada del despacho Cuatrecasas.
Marta Rovira
Una de las personas elegidas para pilotar en secreto la dirección política del referéndum. Era y sigue siendo secretaria general de ERC y mano derecha intocable de Junqueras, pero ahora desde Ginebra, donde huyó de la justicia española en 2018. Ha pasado de defender vehemente la unilateralidad a esgrimir el diálogo con la Moncloa.
Jordi Sànchez y Jordi Cuixart
Eran líderes de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, respectivamente. Su rol fue decisivo al frente de las principales entidades civiles y como miembros del «Estado Mayor» que asesoraba al Govern. Sànchez fue además uno de los cerebros del 1-O, como persona que encargó la compra e importación de urnas desde China. Fueron los primeros encarcelados del ‘procés' y recibieron una dura condena judicial, tras la polémica imagen de ambos subidos al techo de un vehículo policial en una manifestación. Tras el indulto, Sànchez optó por la política y lideró JxCat hasta junio de este año. Cuixart no dejó el activismo y presidió Òmnium, hasta que este año se mudó a Suiza para encabezar la rama internacional de la entidad.
Enric Millo
El delegado del Gobierno español en Catalunya en el año 2017 fue una pieza clave de la frustrada ‘operación Diálogo'. Durante el uno de octubre, tuvo que responder ante alcaldes del PSC que le exigían parar las cargas policiales. Por ejemplo, la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, llegó a enfrentarse con la policía. La carrera política de Millo desde entonces ha dado un vuelco, pero de carácter geográfico: ahora es secretario general de Acción Exterior de la Junta de Andalucía.
Anna Gabriel
Era la cara más visible de la CUP, cuya presión fue determinante para que Carles Puigdemont convocase el referéndum. En el año 2018 se marchó a Ginebra, pese a no haber orden internacional de detención contra ella –sí en España–. No regresó hasta el pasado mes de septiembre y compareció ante el Tribunal Supremo por desobediencia. Con apariciones políticas en cuentagotas, sigue vinculada al activismo de base.
Josep Lluís Trapero
El mayor de los Mossos d'Esquadra pasó en apenas un mes de héroe frente a los atentados del 17-A a protagonizar una tensa disputa con el teniente coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Señalado como colaborador necesario del independentismo, fue cesado, imputado por sedición y absuelto en un juicio donde reveló un plan para detener a Carles Puigdemont. Restituido por JxCat y destituido después por ERC, ahora dirige la división de evaluación de operativos.
Diego Pérez de los Cobos
Coordinador del dispositivo conjunto de Policía Nacional, Mossos y Guardia Civil para impedir el 1-O –llegaron 10.000 agentes a Catalunya–, el entonces director de Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad nunca confió en Trapero. En 2020 le retiró la confianza el Gobierno del PSOE, que lo cesó como jefe de la Guardia Civil en Madrid por un informe que vinculaba el 8-M feminista y la pandemia del coronavirus.
10 comentarios
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Som i SeremI @lectora, vos han contat i vos heu cregut la historia. Una historia inexacte i plena d'errades. Vos han xerrat d'una indepèndeciaque sembla impossible i amb uns danys enormes per Catalunya tal i com alguns ja han explicat per aqui. Vos han xerrat de democràcia i votar posant exemples de referendums PACTATS. I sobretot, vos continuent prenent es pel amb Republiqies simbòliques i representants internacionals de la república que costen diners... I no pocs. De que creos que viuen Puigdemon i CIA, d'aquets diners que despres falten.
LectoraVaya empanada que te llevas.
LectoraNo tens ni idea del que passa a Catalunya. T'ho diu un català no independentista.
curollaY sin puertos ni aeropuertos. Pertenecen al estado español. Ah, i devolver los millones de euros que el estado les está prestando!
Catalunya ha desvingut un circ i pensar que aquí tenim polítics que ens volem portar pel mateix cami.
InterventorEl primero M. Rajoy que fue el que inició todo el problema llevando al constitucional el estatuto de autonomía catalán aprobado por Congreso y prácticamente igual al Estatuto valenciano o andaluz.
Deberían seguir todos y todas, y si hay algunos todes, en prisión por sedición. Todo lo demás son comedias.
1.Fuga de empresas( 58000 millones de intercambios comerciales con la UE) 2.Perdida ipso facto de la nacionalidad española y de los beneficios como ciudadanos europeos. 3.Solicitar durante años el ingreso en la UE. 4.Exclusion del sistema bancario catalan. 5.Sistema de convalidaciones académicas anulado. 6.Libre circulación de personas y capitales anulada. 7.El Euro seria una moneda extranjera, 20% perdida del PIB. 8.Fondos estructurales de la UE anulados. 9,Pensiones en riesgo. 10.Prima de riesgo disparada. Sin mediación internacional, no hay independencia posible ( lo estamos viendo en Ucrania). Hace falta muchos recursos económicos ( que Cataluña no tiene) para ser un estado. Y por ultimo, el motivo principal, la división al 50% de la sociedad catalana hace imposible la secesión. La Republica Catalana es una quimera e imposible a día de hoy( y los independentistas en el poder lo saben, pero no lo divulgan)
Exiliats, presos amb judicis injustos, presidents del gobierno incompetents i còmplices d'en Bárcenas (m.), policies "patriòtics", piolins.. però sobretot una imatge molt tocada d'una democràcia on no se pot votar
I què havia fet el major dels mossos d'Esquadra, el senyor José Luís Trapero, més que desarticular una cèl.lula terrorista en cinc dies, per ser tractat com un criminal? I a més, aquest home ni tan sols és independentista, però ha rebut fort per ser català. I els polítics catalans, únicament varen preguntar al seu poble si volien ser independents d'Espanya o no, com ha fet i tormarà a fer el Regne Unit amb Escòcia, França amb Nova Caledònia Dinamarca amb Terranova i altres nacións amb territotis seus que no esment per no fer-ho massa llarg, a on se decideix sense escàndols ni fer veure que és un "cop d'estat" com han fet a Espanya, i que ho han dit precisament uns partits que son hereus d'un dictador que va ser un colpista de debò. I que per molt que ho repetesquin, consultar al poble no és ni serà mai un cop d'estat ni un crim. I per a més inri, hi ha partits polítics legalitzats que participen de la vida política sense cap restricció, que volen suprimir les autonomies i també gran part de les administracions locals com els nostros consells, les diputacions de la Peninsula de i els cabildos de les Canàries, a més de fer reagrupar ajuntaments, així com suprimir els drets de determinats col.lectius de ciutadans. Que basen el seu discúrs en l'odi, la mentida i que volen il.legalitzar a altres partits per poder fer-se amb el poder més fàcilment, que mereixerien més que els féssin tot el que els feren a aquests polítics catalans independentistes que no aquests. Però en canvi als intolerants que volen destruir l'estat de dret els hi consenten totes les seves idees i propostes antidemocràtiques i anticonstitucionals, els seus discursos xenòfobs, masclistes i racistes, els seus insults i les seves falses acusacions a díns dels parlaments nacionals i autonòmics. I aquesta doble lectura del que és o no és constitucional, legal i bo segons ho digui o faci un independentista, un ultra espanyolista, un de dretes o un d'esquerres no és justícia, ni és democràcia, ni és propi d'europeus, ni de cap país civilitzat. I no és rar que els tribunals europeus i la ONU, en aquest aspecte, no li dónin mai la raó a Espanya, perque no segueix la línea que marca la democràcia.