García Lorca vivió la situación relativamente tranquila de su Granada natal al principio de la revuelta que dio origen al golpe de Estado. Sin embargo, sintió con especial sentimiento la pérdida de su cuñado, Manuel Fernández-Montesinos, al frente de la alcaldía de la ciudad y fusilado poco después por este motivo. Refugiado en casa de un amigo, hermano de dos destacados miembros de Falange y por ello creyéndose más a salvo que en los círculos que solía frecuentar, la Guardia Civil se personó para detenerlo. No volvería a ver a los suyos.
El hispanista de origen irlandés Ian Gibson remarca que el bando nacional creía que García Lorca «espiaba para los rusos, además de estar en contacto con estos por radio, haber sido secretario del socialista Fernando de los Ríos, quien era amigo personal de la familia, y ser homosexual». De la sede del Gobierno Civil utilizada como centro de detención por los sublevados, fue llevado a Víznar. Se cree que a Federico García Lorca lo mataron minutos antes de las cinco de la madrugada del 18 de agosto de 1936. Su cadáver jamás fue entregado a sus familiares. Se cree que aun hoy descansa en una fosa común aun sin identificar en los parajes que trufan el camino entre Víznar y Alfacar.
Pero en el barranco de Víznar no descansan solos los huesos de García Lorca. Junto a las numerosas víctimas que allí reposan sin los honores debidos se tiene constancia cierta de otros tres fusilados, un maestro llamado Dióscoro Galindo y dos banderilleros anarquistas, Joaquín Arcollas Cabezas y Francisco Galadí Melgar. El escritor José Saramago recuerda en Tierra de poetas y huesos lo que contestó la nieta del docente fusilado Galindo cuando unos periodistas le preguntaron «dónde llevaría los restos de su abuelo, si finalmente se encontraran: 'Al cementerio de Pulianas'. Hay que aclarar que Pulianas, en la provincia de Granada, es la aldea donde Dióscoro Galindo trabajaba y la familia sigue viviendo. Sólo las páginas de los libros tienen vuelta, las de la vida, no».
Acabada la Guerra Civil los cementerios de las capitales españolas fueron lugar habitual de fusilamientos, y los cadáveres echados a fosas comunes. Entre ellos destacan la presencia de maestros, alcaldes, jueces, policías, militares y gobernadores que ejercieron su profesión en la etapa republicana, aunque no faltaban tampoco los artesanos, jornaleros, y estudiantes.
Según el Gobierno, «la construcción jurídica de la represión política que siguió a las eliminaciones selectivas e indiscriminadas de los primeros momentos de la sublevación, se materializó por parte de los vencedores en un entramado institucional especializado y coordinado, para castigar y doblegar a los denominados enemigos de España, como los Consejos Guerra, la Ley de Depuración de Empleados Públicos, las Juntas de Incautación de Bienes, el Tribunal Especial contra la Masonería y el Comunismo, los Tribunales de Responsabilidades Políticas y, más cercano en el tiempo, el Tribunal de Orden Público. Todas las instituciones franquistas implicadas en la persecución política y social, en virtud de su minuciosidad, generaron una ingente masa de documentación, conservada en su mayoría» y es trabajo de los investigadores estudiarla en pro de la verdad.
Con el paso de la Ley de Memoria Histórica a la Ley de Memoria Democrática el ejecutivo central prevé actualizar el mapa de fosas virtual, un proyecto que busca localizar todas las fosas comunes del país y poner esta información al alcance de los ciudadanos. Hasta ahora están comprometidas en la misión las comunidades autónomas de Aragón, Asturias y Canarias, y en los últimos tiempos se les han sumado Baleares Castilla-La Mancha, País Vasco, Extremadura, y Navarra.
6 comentarios
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Victor OctavioTotalmente de acuerdo con tu escrito. España está reventada y el coletas reviviendo todo esto y su nueva Ley nos ha hecho revivir algo que nuestros abuelos tenían asimilado pero no olvidado y convivieron muchos años después unos con otros. La imposición de hoy en día está adoctrinando a muchos jóvenes que no tiene idea de lo que pasó y lo resumen con frases que duele escuchar la incultura de nuestra juventud aún teniendo estudios.
La familia de García Lorca no quiere que se le busque, lo considera morboso.
En un documental sobre la Guerra Civil que se rodó a principios de los 80 entrevistaron a un hombre que dijo algo incuestionable: durante la Guerra Civil no hubo atrocidad, atropello o crimen que cometiera un bando que no lo cometiera el otro. Por poner un ejemplo: si los milicianos republicanos mataban y violaban a monjas, los moros del ejército sublevado violaban y mataban a las milicianas. Todo lo que ocurrió durante los años 1936 y 1939 fueron barbaridades propias de una guerra civil. Mientras no se reconozca esto, no habrá una paz real ni se cerrarán las heridas, menos aún con una Ley de Memoria Histórica que dignifique sólo a los muertos de un bando y no reconozca que en este mismo bando hubo auténticos asesinos.
!!!Memoria histórica!!! fusilados en agosto de 1936 Menorca, autorizados por; Marqués, Palou, Venegas, Quintanilla y Gabaldón. (Suboficiales frentepopulistas más destacados de la isla. Del vapor-prisión Atlante a 37 sacerdotes, 26 militares y 10 civiles en La Mola:2 de Agosto 1936 fueron conducidos a las inmediaciones de “Es Freus” el General Bosch Atienza, el Comandante de Estado Mayor, Jacinto Dolz del Castellar, el Teniente Coronel de Infantería, Luis Martos González, el Coronel de Infantería retirado, Jaime Vidal Villalonga, los Comandantes de Artillería, Manuel Quintero Ramos y Jaime Sampol Mercadal, el Teniente de la Guardia Civil, Julio Riera Terrades, el Teniente de Carabineros, Miguel Vila Olaria, el de la Guardia de Asalto, Bernardo Monclús Durango, el Comandante de Infantería, Sebastián Rodríguez Vinent y el Capitán de Infantería, Claudio Gil Alós. Fusilados sin contemplaciones. a la noche siguiente 70 presos más ametrallados en sus celdas. En Ibiza: La noche del 13 de septiembre de 1936 fueron asesinadas 93 personas encarceladas en el Castillo de Eivissa a manos de anarquistas!!!!
Lo curioso es que se están cambiando los nombres de las calles, plazas y todo lo demás que llevaba nombres de los miembros del régimen fascista, pero el escudo de Guardia Civil mantiene el símbolo principal del fascismo el “fascio”, que son las varas atadas que sujetan una hacha. Esto es igual como si en Alemania la policía tendría en su escudo la esvástica. “El término «fascio», en italiano «haz», hace alusión a las «fasces», el hacecillo de varas que usaban los romanos comos signo de mando, símbolo de la fuerza a través de la unidad. Consistía en paquetes de varillas de madera de olmo o de abedul, de más de 1m de largo, y un hacha, atadas con una cinta. Mussolini, al igual que Hitler, tenía obsesión con las civilizaciones antiguas, y en especial con el Imperio Romano. ¿Y dónde va a situar las «fasces» Mussolini? Pues en sellos, en insignias militares, y en la bandera de su Partito Nazionale Fascista (PNF) creado en 1921. Y así surgió el término «fascismo» y los «fasces» se convirtieron en emblema del partido de Mussolini, que hasta ese momento no tenía significado político preciso.”