El aprovechamiento del agua en las redes de distribución municipal y minimizar los escapes en las redes municipales se ha convertido en uno de los grandes retos para la sostenibilidad de los municipios de las Islas Baleares, teniendo en cuenta no solo la escasez de los recursos naturales de la Isla sino también el alto coste de la producción y distribución del agua procedente del sistema de desaladoras de agua de mar debido a la crisis energética actual.
Según datos de la Consejería de Medio Ambiente y Territorio, en 2021 en el conjunto del archipiélago se registró un 30,64 de agua no contabilizada, muy lejos del objetivo máximo del 21% fijado para finales del 2021 por el Plan Hidrológico de las Islas Baleares (PHIB). Una situación que ha llevado a los ayuntamientos de los diferentes municipios de las Islas a realizar actuaciones que permitan la mejora de sus rendimientos hidráulicos con el objetivo de reducir al máximo las pérdidas de agua.
Destaca Sant Antoni de Portmany, que en los últimos dos años ha estado trabajando en la optimización de del servicio de agua, lo que ha permitido liderar el indicador de rendimiento hidráulico en la red de abastecimiento de las Islas, alcanzando un 88%, lo que se traduce en tan sólo un 12% de pérdidas de agua. Unas pérdidas muy por debajo tanto del nivel medio de las Islas, situado en el 25%, como del volumen de pérdidas a nivel nacional que, según los últimos datos de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento, es del 23,5%.
Las inversiones llevadas a cabo en el municipio por Marcos Serra, alcalde del municipio ibicenco, han permitido renovar tanto la red de abastecimiento y distribución de agua potable, sustituyendo 6.500 metros e instalando cerca de 3.500 metros de redes nuevas como la de saneamiento y aguas pluviales, instalando más de 730 metros de tubería de alcantarillado y una de nueva red de pluviales de más de 1,700 metros.
Junto a Sant Antoni, destacan también los municipios de Formentera, Sant Lluís, Sóller, Son Servera, Pollensa y Sant Joan, todos ellos con rendimientos hidráulicos superiores al 85%, lo que se traduce en ratios de pérdidas de agua por debajo del 15%. En el lado opuesto estarían los municipios de Campos, Sencelles, Santa María del Camí, Esporles, Consell, Sa Pobla y Campanet, con rendimientos por debajo del 50%, lo que representa una pérdida de la mitad del agua.