El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, durante una sesión de control al Gobierno en el Senado. | Europa Press

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El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha acordado tanto con Bruselas como con su socio de Gobierno, Podemos, la última fase de la reforma de las pensiones, según avanzan a primera hora de este viernes varios medios nacionales. Para conseguir desatascar el punto más crítico de la negociación, después de semanas de negociaciones, como es la ampliación del periodo de cómputo de las pensiones, ha tenido que buscar una fórmula doble, en la que coexistirán durante 20 años el sistema actual con el nuevo.

De este modo, el ministro acuerda con la Comisión que los pensionistas puedan elegir entre un cómputo de 25 o de 29 años, con la opción de excluir los dos de peor cotización, a cambio de más ingresos. Esta será una de las propuestas que Inclusión detalle a patronal y sindicatos en la reunión de la mesa de diálogo social convocada a las 12.30 de este viernes y en la que esperan avanzar en un acuerdo al menos con la parte sindical, según adelantan algunos medios y confirman fuentes gubernamentales.

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El ministerio llega a la reunión tras haber logrado pactar el perímetro de negociación con la Comisión Europea y tener avanzado el pacto en el plano político. Este jueves por la noche, en declaraciones en la Cadena Ser, la secretaria de Organización de Podemos y secretaria de Estado para la Agenda 2030, Lilith Verstrynge, confío en cerrar un acuerdo sobre la reforma de forma inminente. "Creo que sería una buena noticia", añadió.

Este último bloque de la reforma de pensiones forma parte de los hitos comprometidos con España para el desembolso del cuarto pago de los Fondos Next Generation. En el calendario estaba previsto cumplir con esta reforma a finales de 2022 pero la complejidad de las negociaciones "a tres bandas", Bruselas, socios de Gobierno y sindicatos y patronal, ha dilatado los plazos. Ampliar el periodo de cómputo, es decir los años que se tienen en cuenta para calcular la pensión inicial, se había convertido en el principal escollo de esta negociación.

Tanto los sindicatos como Podemos se habían opuesto a abordar una ampliación al considerar que supone de facto un recorte de la pensión inicial. Desde la Seguridad Social habían hecho un primer planteamiento que pasaba por ampliar de 25 a 30 años este periodo pudiendo quitar dos. Finalmente, parece que la reforma será más flexible permitiendo al pensionista elegir entre mantener el cómputo de 25 o ampliarlo a 27 años si compensa al pensionista. La Seguridad Social aplicará por defecto el sistema que más beneficioso resulte. Junto a este punto, la reforma incluye medidas para mejorar los ingresos del sistema empezando por un destope de las bases máximas de cotización, un elemento rechazado por la patronal que, previsiblemente, se descolgará del acuerdo.