Intervención del presidente desde Alicante. | Redacción Digital

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sostenido que su gabinete da la «máxima prioridad» a las políticas contra el cambio climático y a uno de sus efectos más adversos, la sequía, con una «inversión histórica» de unos 5.000 millones entre 2022 y 2027 para la modernización de los regadíos. En una visita a la mayor planta desalinizadora de Europa, que el Gobierno ha aprobado ampliar para aumentar el 50 por ciento la producción, en Torrevieja (Alicante), el presidente ha señalado que este dinero beneficiará a 27.000 hectáreas de unos 20.000 agricultores de todo el país.

Sánchez ha destacado que España se ha convertido en los últimos años en el «líder europeo» en la desalinización de agua al ser el primer productor de este tipo de recurso y en el cuarto mundial en la capacidad instalada, y ha repetido que la sequía es un problema que afecta a «todos», ya se padezca en Cataluña, Andalucía u otra comunidad autónoma.

También ha citado 3.000 millones de euros en un Perte específico para mejorar la gestión del agua mediante la digitalización del ciclo hídrico, con inversión pública y privada, unas inversiones que se enmarcan dentro de una estrategia de «planificación, solidaridad y ciencia frente al negacionismo» de uno de «los principales retos del país: la sequía» porque, ha insistido, Naciones Unidas establece que «la región mediterránea es el epicentro mundial de la sequía».

De esta manera, ha arremetido contra aquellos que niegan de manera «irresponsable» las consecuencias «devastadoras» del cambio climático en contra de lo que dice la Ciencia y del interés general de la población, de los agricultores y de los ganaderos. «Lamentablemente ya no se trata de conjurar una amenaza incierta, más o menos probable, sino de adaptarnos a los efectos de algo que ya está aquí, entre nosotros, en las ciudades y en nuestro campo, y que es el cambio climático», ha advertido.

De un modo más general, ha señalado que la planificación del Gobierno incluye la actualización de la normativa e impulsar una inversión global en diversos sectores de 23.000 millones de euros para afrontar los escenarios del cambio climático a través de 6.000 actuaciones dirigidas a anticipar esta eventualidad. De la planta de Torrevieja, que abastece principalmente al campo del sur de Alicante y Murcia, ha asegurado que es «la mayor planta desalinizadora de toda Europa y (que) lo será aún más cuando concluyan las obras de ampliación» después de que en uno de los primeros consejos de ministros de la actual legislatura el Gobierno aprobara invertir más de 100 millones de euros para que aumente la capacidad el 50 por ciento, de los 80 hectómetros cúbicos anuales actuales a unos 120.

Además, incluirá un parque fotovoltaico «para hacer aún más sostenible» la producción, lo que a su vez permitirá que el precio del agua desalada se reduzca 4 céntimos por metro cúbico. Sánchez ha puesto de manifiesto que desde que llegó a la Moncloa, en 2018, se han dirigido más de 2.200 millones de euros a actuaciones para mejorar la eficiencia y garantizar necesidades del consumo humano y regadío en España, y ha subrayado que el Ejecutivo va a seguir trabajando en la misma línea «con compromiso, convicción y determinación y sin escudarse en excusas competenciales» para actuar «en Cataluña, Andalucía o allí donde sea necesario».

Ante el director de la desalinizadora torrevejense, David Soriano, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, y el subdelegado en Alicante, Juan Antonio Nieves, Sánchez ha destacado que la ampliación de la planta permitirá una mejora de los acuíferos de las zonas cercanas de riego, y ha recordado que en la provincia de Alicante hay en marcha tres proyectos para mejorar el regadío de 23.000 hectáreas de la Comunidad General de Riegos de Levante de la Margen Izquierda del Segura, con una inversión de 30 millones sufragados con fondos europeos.