Trabajo de descontaminación en la playa del Saler. | Reuters - Eva Mánez

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Las tres playas del sur de la ciudad de València cerradas desde el martes por un vertido de hidrocarburo, el Saler, la Garrofera y l'Arbre del Gos, seguirán con el acceso prohibido para continuar con la limpieza de la arena y para hacer catas y comprobar si hay vertido bajo tierra. El portavoz del Ayuntamiento de València, el concejal Juan Carlos Caballero, ha explicado que se va a hacer una primera barrida desde el norte hacia el sur de València, es decir, desde el puerto hacia Sueca, y conforme se vayan recogiendo restos de la arena, se realizarán nuevas catas para constatar que no queden residuos dentro de la arena.

La «prioridad número uno» del Ayuntamiento es reabrir las tres playas afectadas «cuanto antes», si puede ser de cara a este fin de semana, pero siempre garantizando la seguridad en el sentido de que estén limpias y no contaminadas, ha asegurado el concejal. Los Bomberos de la ciudad y la Policía Local están trabajando junto a la Generalitat y el Gobierno en prestar el apoyo necesario en las labores de limpieza para la vuelta a la normalidad de las playas y que estén en condiciones de seguridad para su reapertura.

Los drones de Bomberos sobrevolaron el litoral marítimo desde que se detectó la presencia del vertido para determinar la cantidad de residuos y delimitar los kilómetros de afección para tomar la decisión de cerrar las playas al público y para que los servicios de limpieza de la Generalitat pudieran actuar. También colaboran con el Gobierno sobre la investigación en cuanto al origen de la mancha y los responsables del vertido, y en «todo lo que sea necesario», y el ayuntamiento «estará a su lado para exigir la máxima contundencia a los responsables», ha dicho Caballero.

Sobre posibles aves afectadas por el vertido, en concreto el chorlitejo patinegro que anida en la Albufera, el concejal ha señalado no tener constancia de afección por el momento. Caballero ha hecho un llamamiento a la ciudadanía, valencianos y turistas, para que no obstaculicen las labores de limpieza en la zona, en un momento de «emergencia» en las tres playas citadas.

La contaminación por el vertido de hidrocarburos registrado este martes en tres playas del sur de la ciudad de Valencia afecta a la arena de las mismas pero no al agua del mar, según los técnicos que han constatado que los restos han llegado prácticamente en su totalidad a la costa, donde equipos de limpieza se afanan en retirar la mancha. Según las últimas revisiones efectuadas por Salvamento Marítimo, la mancha no se ve en el mar, si bien podrían seguir llegando a la costa algunos restos de forma diseminada, ha informado la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, tras visitar junto a la capitana marítima de la Dirección General de la Marina Mercante, Elena Delgado, y miembros de Salvamento Marítimo las playas afectadas por el vertido.

No obstante se va a continuar analizando y vigilando la situación mientras se certifica con exactitud el tipo de sustancia. «Podríamos decir que puede ser combustible, pero vamos a esperar a lo que determinen los análisis», ha precisado Bernabé. La mancha se detectó a 600 metros de la costa El vertido fue detectado a unos 600 metros de la costa a primera hora de la mañana del martes y enseguida se pusieron en marcha todos los mecanismos para confirmar la presencia de la mancha. Ya por la tarde los medios aéreos y marítimos de Capitanía Marítima y Salvamento Marítimo, tras una revisión de la zona afectada, constataron que no se apreciaba contaminación en el agua, por lo que se entiende que prácticamente toda la sustancia se encuentra en las playas del Saler, la Garrofera y l'Arbre del Gos.

Este miércoles se continúa inspeccionado la zona con medios marítimos y a lo largo del día volverá a revisarse por parte de los medios aéreos para ver si ha habido algún desplazamiento hacia el sur, ha concretado Bernabé. «De momento toda la zona donde se detectó la mancha está libre de contaminación según todas las inspecciones que hemos realizado, tanto desde la parte aérea como también desde la marítima, y entendemos que efectivamente está ya toda prácticamente en la costa», ha manifestado. El vertido, de 2 kilómetros de longitud y dos metros de ancho, llegó a las playas, donde equipos de limpieza están recogiendo la arena contaminada de manera manual.