El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, preside el 41 Congreso Federal del PSOE reunido en Sevilla. | Julio Muñoz

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La aprobación de una enmienda a la ponencia política del PSOE para que «ninguna persona de sexo masculino» pueda participar en competiciones deportivas destinadas a mujeres ha reabierto el debate sobre los derechos de las personas trans y ha suscitado las críticas de Sumar, su socio de Gobierno, y de Podemos. Hace tres años, en el Congreso Federal que el PSOE celebró en Valencia, las corrientes feministas contrarias a la ley tran perdieron la batalla y el Gobierno, entonces en coalición con Podemos, sacó adelante una norma que abrió la puerta a la autodeterminación de género.

En el Congreso de Sevilla los socialistas han marcado límites, al introducir en su ponencia política una enmienda presentada por la delegación de Guadalajara para que «ninguna persona de sexo masculino pueda participar en las categorías destinadas a mujeres». Era uno de los argumentos recurrentes de las corrientes feministas opuestas a la ley trans, que consideran que la autodeterminación de género acabaría dañando los derechos de las mujeres; un hombre podría autodefinirse como «mujer» y participar en competiciones femeninas, con la consiguiente ventaja por sus características físicas derivadas de su sexo biológico.

«La lucha por los derechos no puede dejar a nadie atrás. No se lucha contra la extrema derecha con las ideas de la extrema derecha», ha advertido Sumar a los socialistas desde su cuenta en X. También ha sido tajante la reacción de la eurodiputada de Podemos Irene Montero, impulsora de la ley trans como ministra de Igualdad en el anterior gobierno de Pedro Sánchez. «El PSOE ha aprobado en su congreso federal defender la prohibición de la participación de las mujeres trans en competencias femeninas.

Esto es transfobia, las mujeres trans son mujeres, tengan pene o tengan vagina», ha manifestado en un vídeo colgado en X. Montero, que rechaza que se pueda presentar esa enmienda desde del feminismo, subraya que Human Right Watch considera que las pruebas de sexo que realizan algunas federaciones u organismos deportivos son «prácticas degradantes» en base e «definiciones arbitrarias de la feminidad y de estereotipos raciales» y asegura que también la ONU las ha considerado innecesarias y humillantes.

A quien tenga dudas al respecto, le ha animado a informarse y a no mirar hacia otro lado porque la «transfobia» en el deporte, ha alertado, genera «violencia tránsfoba» en otros ámbitos de la vida. Además de esta enmienda, y también a petición de grupos feministas, el PSOE ha aceptado borrar el Q+ de las siglas LGTBIQ+, para eliminar las referencias al término 'queer', el paraguas que cubre las orientaciones sexuales o identidades de género más allá de lesbianas, gais y transexuales. El Q+, según diversas delegaciones provinciales socialistas, tenía un significado «misógino, ultraliberal y antifeminista».