El concejal de Urbanismo, José Hila, ha recordado que esta urbanización, ubicada cerca de la carretera de Manacor a la altura de las cuestas de Xorrigo, data de 1975 y actualmente solo hay construidos unos 30 chalets. | Ultima Hora

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La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma ha aprobado la suspensión durante un año de la tramitación del proyecto de urbanización de Son Gual I. Esta suspensión permitirá al Consistorio estudiar una desclasificación total o parcial del ámbito y este suelo que ahora es urbanizable pasará a ser rústico, preservando de esta forma el entorno natural y permitiendo un crecimiento residencial de unas 3.000 viviendas en otras partes de la ciudad.

El concejal de Urbanismo, José Hila, ha recordado que esta urbanización, ubicada cerca de la carretera de Manacor a la altura de las cuestas de Xorrigo, data de 1975 y actualmente solo hay construidos unos 30 chalets.

En 1979 se aprobó el proyecto de urbanización, es decir la dotación de servicios. Las obras se iniciaron de forma parcial pero no se terminaron ni nunca se llegó a recepcionar por parte del Consistorio.

La Junta de Gobierno, por tanto, caducó el año pasado el proyecto de urbanización después de agotarse todos los plazos.

Posteriormente los promotores, que básicamente es el banco malo, presentaron un nuevo proyecto de urbanización y en su informe la Comisión balear de Medio Ambiente detectó numerosas deficiencias, entre otras la posible afección a espacios protegidos como ANEI, que están en su entorno; así como el impacto sobre el paisaje y la movilidad que iban a generar la nuevas construcciones. Además, se cuestionaba la continuación de un planeamiento realizado hace 40 años en un entorno tan sensible de la ciudad como éste, «uno de los pocos espacios naturales que nos quedan», ha afirmado el edil.

Con todo ello, prosiguió Hila, «desde la oficina del Plan General se ha estudiado la situación de esta zona y se ha planteado la conveniencia de una desclasificación, aunque sea parcial, de la zona tanto para evitar las consecuencias sobre el entorno como las implicaciones que tiene seguir desarrollando una urbanización de muy baja densidad y alejada del resto de la ciudad, que ya no encaja con el nuevo modelo de ciudad». «Somos más partidarios de una ciudad compacta que de una ciudad dispersa», aseveró. Mas aún, dejó claro que «consumir territorio para muy poca población hoy en día es un lujo que no nos podemos permitir».

En este sentido, ha detallado que la desclasificación de las 60 hectáreas de Son Gual I permitirá «trasladarlas a otras zonas de la ciudad, aún por determinar, donde el crecimiento residencial fuera más adecuado». De hecho, ha resaltado, «el proyecto de 1975 contemplaba la construcción de 300 viviendas unifamiliares, que se pueden convertir entre unas 3.000 viviendas en otra parte de la ciudad, de las que hasta un 50 % podrán ser de protección oficial, qué es lo que ahora necesita la ciudad».

El teniente de alcalde ha enfatizado la importancia de esta desclasificación porque «uno de los problemas de Palma es que prácticamente se ha agotado el techo de crecimiento residencial que fijaba el Plan Territorial».

En principio de las 60 hectáreas de Son Gual, la zona que se quiere proteger son unas 40 hectáreas de garriga y sotobosque y luego hay otra zona con 30 viviendas unifamiliares que el equipo de gobierno es partidario de consolidar como suelo urbano porque ya está construida. Pero aquí el responsable municipal especificó que serán los técnicos los que deberán decidir si Cort recepciona esta parte construida y le da servicios o se convierte en una urbanización privada.

Hila expuso que «la inactividad de los promotores a la hora de ejecutar el planeamiento permitirá una desclasificación sin más indemnización que lo haya costado redactar el plan de urbanización que presentaron hace un año», que estima en unos 100.000 euros.