Àngels Fermoselle y Rosa Planas presentaron este miércoles la campaña ‘No pintadas vandálicas’. | Laura Becerra

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La entidad conservacionista Arca denunció este miércoles el aumento «exponencial» de pintadas vandálicas en Palma los últimos años y reclamó al Ajuntament que adopte medidas contundentes para combatirlas.

Según Arca, los grafitis y pintadas degradan la imagen de la ciudad y desvalorizan sus edificios, entre otros efectos. Ante esta situación, la entidad propone que el Ajuntament adopte la estrategia ‘Pintada hecha, pintada borrada’, ya que disuade al autor (ve como el esfuerzo realizado no ha valido la pena) y a otros grafiteros de imitarle. Asimismo, consideran que un solo departamento municipal, que a su juicio debería ser el de Cultura, se haga responsable de borrar las pintadas. Esa regiduría, indicaron Àngels Fermoselle, vicepresidenta de Arca, y Rosa Planas, miembro de la entidad, debería dotarse de personal y presupuesto suficientes para este fin.

Arca pide también a Cort que estudie qué han hecho otras ciudades para solucionar exitosamente este problema, que borre las realizadas tanto en los edificios públicos como en los particulares y que habilite espacios de creación de arte urbano para que los grafiteros puedan hacer pintadas legalmente.

Arca ha puesto en marcha por su parte la campaña ‘No pintadas vandálicas’, que incluye una recogida de firmas y una campaña de fotodenuncias de pintadas incívicas a cargo de personas conocidas y anónimas.

Fermoselle y Planas reprocharon a los responsables del Ajuntament de Palma que hayan hecho «dejación» de su responsabilidad acerca de la proliferación de pintadas callejeras estos últimos años y les instaron a «asumir la gravedad del problema».