Noguera exige suspender la regla de gasto también para 2022

Durante su intervención en el pleno municipal, Noguera ha considerado que Palma ha sido «una ciudad minorizada» por el Gobierno de España, criticando cuestiones como el bloqueo de los remanentes municipales.

En este sentido, Noguera ha pedido más libertad para los municipios defendiendo promover unos presupuestos «expansivos» para 2021, de manera que Palma pueda «dedicarlos a la gente».

El regidor ecosoberanista ha censurado que Baleares sea junto a Madrid la única Comunidad que tendrá que destinar fondos en solidaridad a otras regiones, a pesar de estar atravesando la peor crisis económica de su historia. Según ha dicho, «supone que cada ciudadano de Palma destinará 390 euros de sus impuestos a financiar a otras autonomías».

En este punto, el regidor ha recordado que su partido no tiene representación en el Congreso, por lo que ha responsabilizado al resto de partidos de esta situación.
Por otra parte, Noguera se ha mostrado especialmente crítico con la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV), avisando de que «no se está tramitando como toca». «Es imprescindible que se haga con agilidad y eficiencia», ha dicho, alertando de que de lo contrario es el Ayuntamiento quien termina teniendo que destinar recursos a ayudas económicas.

Por todo esto, Noguera ha reclamado mantener la «exigencia» de cara al Gobierno central. «Si no fuera por la exigencia, Son Busquets estaría vendido a una promotora privada», ha dicho, en referencia a las intenciones de Defensa de subastar el cuartel ubicado en Palma, frente a los planes del Ayuntamiento para construir viviendas protegidas.

Asimismo ha recalcado que la depuradora es competencia del Estado y que todavía no tienen «eficiencia ni presupuesto». «Y después es a nuestros regidores a quienes nos 'empuran' por cuestiones que no nos corresponden», ha denunciado, en una alusión velada a la investigación a Neus Truyol por el 'caso Emaya'.

Por otra parte, Noguera ha deseado que el debate anual sirva para plantear «cómo Palma puede ser una ciudad resiliente» capaz de «adaptarse» a la situación generada por el COVID-19, y se ha referido a diferentes cuestiones como la reforma del paseo marítimo -que ha definido como «necesaria"-, la movilidad sostenible y la peatonalización de Nuredunna-, o promover un nuevo modelo para las galerías de la plaza Mayor, entre otros aspectos.