El alcalde Hila ha visitado el cribado en Palma. | Pere Bota

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El alcalde de Palma, José Hila, ha atribuido a la «alta incidencia de la COVID» el hecho de haber adelantado a este sábado día 2 de enero el apagado de las luces de Navidad en Palma, cuando en el centro se mantenían normalmente encendidas hasta Sant Sebastià y en el resto de barrios de la ciudad se apagaban tras celebrar Reyes.

Según ha informado el alcalde Hila este domingo en declaraciones a los medios de comunicación, «el objetivo de la decisión de apagar las luces de Navidad es reducir la movilidad en la ciudad de Palma, donde la incidencia por la COVID-19 es muy alta».

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En este sentido, ha apuntado, «este domingo se están realizando pruebas de cribado en el barrio de Son Roca, con la intención de bajar la incidencia para que, después con la vacunación se pueda salir de esta situación». «Si no se toman este tipo de medidas será peor y las que se tomen en el futuro serán más duras», ha aseverado asimismo.

«El Ajuntament de Palma está en esta línea», ha continuado Hila, quien ha recordado que «se han suspendido las celebraciones de la Festa de l'Estendard y en Sant Sebastià se mantienen solo conciertos en interior, nada más. Creo que esto es lo que toca ahora y estas medidas se toman por responsabilidad», ha concluido.