El Sindicato Independiente de Trabajadores de Emaya presentó hace unos meses una querella contra una antigua empleada suya a la que responsabiliza del desfase. Esta trabajadora se encargaba de llevar la contabilidad de la organización en la empresa municipal y de tramitar las cuantías que recibía de parte de la empresa pública para su funcionamiento y otros fondos del sindicato provinientes de sus afiliados. Al revisar su actuación en los últimos años, en los que además había estado varios periodos de baja, se descubrió que los números no cuadraban y que facturas que financiaban actos no se habían recogido. A partir de ahí, el sindicato llevó a cabo un análisis más a fondo de las cuentas y, a través de él, se fijó la cuantía del descuadre de las facturas, que arrojan un agujero de varios miles de euros a lo largo de varios ejercicios.
El juzgado de instrucción decidió admitir a trámite la querella del sindicato al apreciar la existencia de indicios de un delito de apropiación indebida. El magistrado ha citado a declarar a la querellada el próximo mes de abril tras haberla convocado ya hace unas semanas para darle traslado de su imputación.
La investigación judicial intenta aclarar si, en efecto, existió un desvío de los fondos y si se trató de una negligencia por parte de la trabajadora o bien existió mala fe y se apropió de ese dinero.
4 comentarios
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sindicatooo??????jijijiji
!!ay, ay!! neus!!!
Ni todos los empresarios son diablos ni todos los trabajadores unos santos, o al revés. Y también en femenino, perdón.
" de tramitar las cuantías que recibía de parte de la empresa pública para su funcionamiento" Este tipo de sindicatos tiene un nombre, sindicato amarillo.