El concejal de Educació i Política Lingüística, Llorenç Carrió, presidió el acto celebrado en la plaza Gomila, el lugar exacto en el que el 6 de mayo de 1691 fueron asesinados (quemados en la hoguerra) Caterina Tarongí, Rafel Valls y Rafel Tarongí, "culpables exclusivamente de tener una fe que no era la regía las instituciones en aquel momento, de ser judíos», como recuerda la placa colocada en el centro de la plaza.
Carrió recordó que estos hecho, conocidos popularmente como 'sa Cremadissa', «fueron la aplicación más cruel de los últimos actos de fe de Mallorca fruto de la intolerancia religiosa». Estas tres personas, dijo, «fueron víctimas del odio y la ignorancia, hechos como aquellos no se pueden producir nunca má, en ningún sitio, contra nadie».
La historiadora Laura Miró fue tajante al afirmar que «el olvido no es una opción» por lo que destacó el valor de «conmemorar una efeméride impresindible en la historia de Mallorca».
Recordó que aquellos hechos que atentaron contra la libertad religiosa «supusieron además la persecución de 37 criptojudíos (judíos convertidos al cristianismo pero que continuaban siguiedo el judaísmo a escondidas)». "Todo este odio -afirmó la historiadora- persiguió también a sus descendientes y portadores de quince apellidos: Aguiló, Bonnín, Cortès, Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya, Pomar, Segura, Tarongí, Valentí, Valleriola y Valls, aquellos que se han considerado xuetes".
A patir de aquí, añadió, comenzó una historia represiva que caló en la población. «La manipulación de la sociedad provocó la difusión de toda una serie de mitos que señalaron y estigmatizaron a los xuetes, una historia de odio, menosprecio, intoleancia y marginación, tan propia de Mallorca que no encuentra parangón». Por eso, Miró reivindicó la necesidad de «la investigación y la dignificacióna de la cuestión xueta, pues quedan muchos vacíos, muchos archivos por abrir, mucha informacion por plasmar y difundir, aún persisten muchos mitos».
También participaron representantes de Jewish Mallorca, Comunidad Judía de Baleares, Mallorca Limud, Memòria de Carrer, Institut de Relacions Culturals Balears-Israel y Arca Llegat Jueu.
El acto finalizó con la interpretación en flauta de 'El Cant dels ocells" a cargo de Llorenç Bonet.
4 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Se consideran "xuetas" algunos más de los expuestos. Sólo se recuerdan los apellidos en los capirotes de los condenados que no se quemaron en Santa Eulalia.
No creo que fuera el último "auto de fe" (no acto de fe) en Mallorca, sino el último auto de fe, con penas de muerte para conversos o "xuetes". Una de las consecuencias, fue el derribo del convento de Santo Domingo al que se vinculaba con estos procesos. El acto político se superpuso a una inevitable operación urbanística, en el solar donde se halla el Parlament, el Palau March y otros edificios.
seguir así¡¡¡¡¡ dentro de 330 años los políticos de turno harán un homenaje a los que van a fallecer de hambre debido a esta pandemia. No habéis hecho un solo gesto de solidaridad con ellos, solo a cobrar todos vuestros sueldazos de políticos y asesores