El bosque urbano del Canódromo sigue esperando a subsanar deficiencias para su inauguración. | Teresa Ayuga

TW
16

Mientras las obras de la primera fase de la Falca Verda echan a andar, gracias a un inversión de dos millones de euros, el bosque urbano del Canódromo sigue sin inaugurarse. Infraestructuras se niega a recepcionar la obra por un cúmulo de deficiencias que la empresa constructora no ha subsanado pese a los requerimientos del Ajuntament.

Entre los problemas que se acumulan están la falta de bancos, deficiencias de la rampa de accesibilidad o el mal estado de algunos árboles. Angélica Pastor, regidora de Infraestructures i Accesibilitat, dijo que se trata de «temas de accesibilidad y mobiliario, alumbrado y una serie de deficiencias que queremos que se recojan de manera correcta».

La regidora advirtió que «cuando nos dijeron que la obra estaba lista, vimos que no era así. La empresa se ha comprometido a arreglar las deficiencias pero ahora tiene un plazo. Y si no, intervendremos». En caso de volver a incumplirlo, «haremos la recepción con la subsanación de deficiencias y ejecutaremos contra la empresa. Pero existe voluntad de arreglarlo».

Pastor añadió que la obra «lleva mucho retraso. Es todo de la constructora y de Urbanismo, que es la que tenía que hacer seguimiento de esta obra. Nosotros solo tenemos que recepcionarlo».

Fuentes deModel de Ciutat alegaron que «efectivamente, somos responsables del contrato. La obra ha tenido muchos escollos durante su ejecución, con modificaciones del proyecto porque se hallaron restos arqueológicos». Desde el área añadieron que «se tuvo que incrementar el presupuesto con una tramitación complicada, sumado al parón de la COVID. Model de Ciutat no ha parado de trabajar en ningún momento y es un proyecto prioritario. Ahora se llevan a cabo los últimos trabajos para poder recepcionar las obras en las próximas semanas».

Nuevo bosque

Muy cerca del Canódromo está el proyecto de la Falca Verda, al que ayer la Junta de Govern dio luz verde. En concreto se ha aprobado el proyecto ejecutivo de urbanización del parque de sa Riera, que corresponde al paseo de la Sínia d'en Gil y Joan Dameto con la construcción de un bancal de 27 metros de ancho que creará un balcón sobre la ciudad y sobre el parque desde esFortí y Son Cotoner.

Este bancal contará con aceras y una calzada con un vial para ciclistas con árboles y bancos.

En la segunda fase se prevé un bosque con un paseo y en la tercera, la integración paisajística de la estación eléctrica de la Falca Verda. La primera fase tiene un coste de 2,09 millones de euros, con un periodo de ejecución de seis meses. Se plantarán 129 árboles y 1.791 plantas y arbustos.