La entidad considera que hay ubicaciones en el término municipal idóneas para este proyecto «que no entran en colisión con la protección a la naturaleza y con la preservación del pulmón verde de Palma para su finalidad principal», ha advertido en un comunicado.
Para Amics de la Terra, los usos recreativos deben restringirse a lugares que no entran en conflicto con la preservación del enclave como un pequeño santuario natural, por lo que la entidad exige que «deben cesar inmediatamente las talas que se han iniciado con el propósito de llevar a cabo esta cuestionable obra».
La organización ecologista también exige que los proyectos municipales se hagan siempre respetando el arbolado. Ha expresado además su preocupación por la suerte que pueden correr algunos ejemplares situados en lo que será la zona peatonal de Nuredduna.
Los ecologistas piden a los políticos «que asuman de una vez por todas que los árboles no son mobiliario urbano, sino fuente de vida, sumideros de CO2 y purificadores del aire».
Añaden que un árbol adulto tarda décadas en consolidarse y proporcionar la frondosidad que las ciudades necesitan para luchar contra el efecto isla de calor, una preocupación que cada vez será más acuciante.
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