El bosque de Bellver acoge los trabajos para la instalación de un ‘jungle park’, al tiempo que se está saneando la masa forestal, que lleva años sin mantenimiento. | P. P./M.Q.

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En medio de la polémica y las quejas vecinales, un informe de los técnicos de Urbaser, la empresa responsable de la gestión del bosque del castillo de Bellver, confirma la afectación de la plaga tomycus en esta zona de Palma. Esta epidemia ha acabado con la vida de 733 árboles, los que el Ajuntament de Palma se ha propuesto talar para evitar su propagación. La previsión de los técnicos no es muy halagüeña y se prevé que hasta final de año la cifra de árboles muertos en el bosque ascienda a más de 800.

Este informe advierte que se han contado solo los árboles muertos, pero no los moribundos, lo que incrementaría la cifra de afectados mucho más. El objetivo con la tala de árboles muertos es «reducir la carga de fuego del bosque. El número de afectados crece en las zonas que llevan más tiempo sin actuaciones forestales», señala el documento.

Los técnicos advierten que los daños en el bosque se deben al cambio climático, con el incremento de las temperaturas, las precipitaciones imprevisibles y falta de suelo, lo que afecta «especialmente a las coníferas como el pino carrasco de Bellver, debilitándolo y dejándolo más vulnerable a elementos como las plagas». Dada la «escasa biodiversidad» del bosque, donde predomina el pino carrasco, «las plagas no encuentran depredador o parásito que las frene».

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La debilidad de estos ejemplares permite que las plagas acaben con el árbol. «Las tonalidades rojizas del bosque hacen saltar todas las alarmas», según el informe de los técnicos.

La actuación forestal pretende reducir la carga del fuego del bosque y su posible propagación de copa a copa en caso de incendio, así como contener el terreno frente a la erosión y favorecer la fertilidad del suelo. El informe propone no extraer material de Bellver y la contrata idea un plan de triturado para incorporar los restos vegetales al suelo del bosque, lo que protegerá al suelo ante la erosión, retiene la humedad y formará nuevos suelos. Para evitar el desnivel y la erosión por las lluvias, se formarán terrazas para contener el triturado vegetal, como los marges de la Serra.

Presión humana

Mientras tanto, el Seprona acudió este martes al bosque para analizar la tala de árboles tras la denuncia de una vecina, aunque no constató ninguna irregularidad.

María Quesada, vecina del barrio de El Terreno, indicó que «con Amics de la Terra y la Associació de Veïns de Son Quint vamos a organizar una caminata reivindicativa el domingo día 31 bajo el lema ‘Bellver no es Park Aventura'. Nos manifestamos en contra de la tala de árboles y la puesta en marcha del jungle park». Según la portavoz de los residentes que están en contra del proyecto, «se talan árboles sanísimos para construir el parque de aventuras».