«La habitación más económica costaba 380 euros y la más costosa, 600. Yo creía que podría pagarme un estudio pero no tenía acceso. Y mi hijo no se adaptó bien, empezó a tener muchas crisis», señaló esta madre soltera, que llegó a agotar todos sus ahorros.
Sin empleo y sin colchón económico, la situación de Jiménez y Aaron Daniel se volvió crítica. «Yo vivía con mis padres pero los vecinos protestaban por el ruido que hacía mi hijo. Por eso me fui a habitaciones alquiladas, pero los vecinos se quejaban igualmente. Yo le decía: «No saltes, hijo». Y ponía tapetes de yoga en el suelo para que pudiera caminar. Y para no agobiar más al niño, me mudaba a otra habitación».
En una de esas casas con habitaciones compartidas podían llegar a vivir hasta veinte personas «y un solo cuarto de baño. Era imposible adaptarnos. El niño se fue saturando y lloraba en cualquier rincón. Si él se tiraba al suelo, yo lo hacía con él».
La situación empeoró de tal manera que los servicios sociales del Ajuntament le tendieron un cable: «En mayo entré en el Servei d'Acollida Municipal (SAM) de Palma, cuyas viviendas cuentan con estudios adaptados. Es como si estuvieras en tu propia casa. Hasta tenía un espejo de cuerpo entero. Y eso está bien. En las habitaciones yo no tenía espejo, solo una cama, un armario y unas condiciones que dejaban mucho que desear».
Ayer mismo estaba preparando las cajas para la mudanza. Estos meses en el servicio de acogida de larga estancia ha encontrado un nuevo empleo indefinido y ha podido ahorrar para alquilar un piso en s'Arenal.
«Cuando entré en el SAM sufrí un episodio de tromboembolismo pulmonar. Estuve hospitalizada y mi hijo me golpeaba porque no entendía que no estuviera con él en el SAM. Pero fue conociendo a los monitores, que le dieron mucho cariño, y empezó a tener una rutina. Ahora es un niño feliz», reveló esta madre, cuya vida ha dado un vuelco en solo unos meses.
Sugey ultima la mudanza para irse con su hijo y su pareja, que tiene una relación excelente con el niño. «Me voy del SAM más que contenta. He hecho amistades que durarán. Esto no es un final feliz, esto es solo el principio», señaló con contundencia.
7 comentarios
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No entiendo, se fue de casa de sus padres porque su hijo hacia ruido y molestaba a los vecinos .... y para solucionarlo alquila una habitacion en una vivienda donde viven 20 personas más ... y luego resulta que hay una pareja por enmedio con la que se va de alquiler ... entonces no estaba tan sola ... padres, pareja ... no entiendo.
A ver cuándo dedicáis un artículo a los mayores en Baleares que tienen problemas de movilidad y tienen que subir varios pisos por escalera. Han trabajado toda su vida en España, y les pagamos con miseria y encima los ignoramos.
En Albacete los pisos están a 200€/mes
Yo tambien estoy sin casa , por una demolicion del CONSELL , eso si sigo pagando hipoteca , vivo con mi madre y la cuido es lo unico que me llena actualmente , pero claro tengo buena nomina y mucha antiguedad trabajo fijo , por eso nadie me atiende y soy Mallorquin ehhhhhh , ese es el problema....
Todo el mundo necesita una casa digna
siento muchísimo lo de esta chica y su hijo,PÉRO, AQUI,EN,españistan,se dán más ayudas,y se protege más,ál inmigrante, posiblemente ilegal,qué Á LOS ESPAÑOLES. Y,ÉSTO EL PUEBLO,YÁ LO SABE. En las votaciones,nos veremos.!!!!
Fueron a su embajada?