El Terreno visto con los ojos fragmentados del pasado. Así es como Eduard Moyà y Pere Lacomba presentan este barrio en el proyecto A rose is a rose, que ganó la residencia visual bajo el auspicio del Arxiu Planas y la Fundació Camper. Este viernes se da a conocer en Casa Planas este trabajo que bucea en el archivo fotográfico de Josep Planas i Montanyà y en la memoria de los vecinos. «Hemos estado tres meses catalogando, seleccionando y limpiando imágenes. Y luego hemos buscado un relato común, tal y como recordaban los vecinos de El Terreno», explican Lacomba, diseñador gráfico encargado de la parte visual del trabajo, y Moyà, profesor de la UIB, que ha llevado a cabo la investigación oral.
Tanto Moyà como Lacomba reconstruyen la memoria visual y narrativa del barrio, una reconstrucción del entramado de El Terreno y donde sus vecinos más veteranos han recodado historias de entonces. Pedazo a pedazo, A rose is rose (título escogido que reproduce un verso de Gertrude Stein, que vivió en el barrio), va recomponiendo la memoria. Can Barbarà, por ejemplo, pasó de ser «uno de los destinos más populares de los palmesanos en verano», como explica J.R. vecino de la zona, a acumular hasta 30 hostales. Es el precedente de la actual Platja de Palma. Toni C. recuerda cómo los marines americanos bebían vino aguado o Gerard M. advierte que Gomila no solo era un rincón para la fiesta, era una zona donde se mezclaban los oficios tradicionales con la presencia de personajes imponentes como Errol Flynn. La piscina de s'Aigo Dolça perdura en la historia de los vecinos, uno de los primeros balnearios de Palma, y se analiza el paso de paraíso en los años veinte hasta acoger «el ruido estridente de Plaça Gomila».
El Terreno presume de ser una de las atalayas desde la que se observa el puerto de Palma y aún quedan los que recuerdan el tranvía eléctrico, en el que viajaban los palmesanos burgueses que disfrutaban de «su villa de verano para tomar baños de sol y mar». El estudio menciona a Bel Rolet, hija de los propietarios del horno Ca'n Rollet, en la calleJoan Miró, pasajera privilegiada de este transporte. En los 60, Josep Planas i Montanyà impone la memoria visual de El Terreno con sus postales turísticas, estampas saturadas de color que muestran a mujeres en bikini. Como dicen Lacomba y Moyà, esa imagen colorida y efervescente «contrasta con la España gris del franquismo. El Terreno fue la puerta de entrada del turismo», un soplo de aire fresco en un país ahogado por la dictadura. Hoteles, sol y piscinas muestran la cara más apetecible de la Isla, con estandartes como la pensión La Torre, el hotel Villa río, el hotel California o el hostal Sayonara.
Las suecas
Las noches de la mítica discoteca Barbarela, donde actuó B.B. King, The Animals o Joan Manuel Serra, o las de Tito's Club, con hombres de smoking y mujeres con vestidos de noche, se mezclan con los picadores, en busca de una extranjera para engrosar su currículum amatorio. Los terreneros convivían con los intelectuales atraídos por el espíritu cosmopolita del barrio. Errol Flynn campaba a sus anchas por sus calles y la sueca, un ser exhuberante y rubio, irrumpía en los sueños húmedos que mostraban que otra España era posible.
Aparcaba la Sanglas en la calle de la discoteca Zhivago, iba a cenar pollo al ast en La Cocina, el camarero un señor andaluz simpatiquisimo, la plaza gomila estaba llena de gente, al fondo la plaza Mediterraneo, me acercaba al Sgt. Peppers, con Ben Hur, detras de la barra, era muy conocido y te servia las bebidas como un gran profesional que era, hablaba ingles a la perfeccion, luego me acercaba al Dragstore, donde estaban ubicados todo tipo de comercios, hasta altas horas de la madrugada, finalizaba la jornada en el Zhivago, en un ambiente relajado y sin prisas, Miguel el Director me vigilaba la moto, no habia mas que un remanso de paz, en un ambiente jovial y sin sobresaltos, era otra epoca, no se si mejor que la actual, pero lo que si se es que todos nos coniciamos y para mi fue maravillosa.
A Anonima, no creo que PonyExpres se refiera a volver a la situacion que tu mencionas, se referira a que era otra clase de turismo, que tambien se cogian unas buenas cogorzas,pero lo que consumian era de calidad.
Anónima¿Eres de la secta de Irene Montero?, ¿has ido a muchos de sus seminarios de cómo volver sola y borracha a casa?, estáis perdidas en una sociedad que os creéis que todo es rosa y los niños juegan con muñecas..
PonyExpresClaro que sí, con la pata quebrada y en casa, que como mujer no podía ni abrir una cuenta en el banco sin autorización de un marido, del que no podía divorciarme tampoco. Claro que a lo mejor había tenido que huir al extranjero, como hicieron algunos familiares en los 60, o a lo peor, estaba criando malvas al lado de un punto kilométrico.
Tú pagarías para volver… porque te salió bien a ti, pero a muchos millones NO.
Pagaría lo que fuese para regresar a los años 60, turismo de calidad, sin robos, drogas, prostitución, trileros ni borrachuzos. Ni políticos como los de ahora. Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es completamente cierto.
8 comentarios
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Solo un detalle Rebelde. Era el Drugstore, un nombre americano, no el Dragstore lo que sugiere transvestis
Que tiempos aquellos que era todo felicidad, ahora con este mentidos en la Moncloa todos son penas y desgracias.
Aparcaba la Sanglas en la calle de la discoteca Zhivago, iba a cenar pollo al ast en La Cocina, el camarero un señor andaluz simpatiquisimo, la plaza gomila estaba llena de gente, al fondo la plaza Mediterraneo, me acercaba al Sgt. Peppers, con Ben Hur, detras de la barra, era muy conocido y te servia las bebidas como un gran profesional que era, hablaba ingles a la perfeccion, luego me acercaba al Dragstore, donde estaban ubicados todo tipo de comercios, hasta altas horas de la madrugada, finalizaba la jornada en el Zhivago, en un ambiente relajado y sin prisas, Miguel el Director me vigilaba la moto, no habia mas que un remanso de paz, en un ambiente jovial y sin sobresaltos, era otra epoca, no se si mejor que la actual, pero lo que si se es que todos nos coniciamos y para mi fue maravillosa.
A Anonima, no creo que PonyExpres se refiera a volver a la situacion que tu mencionas, se referira a que era otra clase de turismo, que tambien se cogian unas buenas cogorzas,pero lo que consumian era de calidad.
Anónima¿Eres de la secta de Irene Montero?, ¿has ido a muchos de sus seminarios de cómo volver sola y borracha a casa?, estáis perdidas en una sociedad que os creéis que todo es rosa y los niños juegan con muñecas..
PonyExpresClaro que sí, con la pata quebrada y en casa, que como mujer no podía ni abrir una cuenta en el banco sin autorización de un marido, del que no podía divorciarme tampoco. Claro que a lo mejor había tenido que huir al extranjero, como hicieron algunos familiares en los 60, o a lo peor, estaba criando malvas al lado de un punto kilométrico. Tú pagarías para volver… porque te salió bien a ti, pero a muchos millones NO.
Pagaría lo que fuese para regresar a los años 60, turismo de calidad, sin robos, drogas, prostitución, trileros ni borrachuzos. Ni políticos como los de ahora. Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor es completamente cierto.