En concreto, según los datos que maneja el departamento, durante los tres meses de verano los efectivos de la patrulla verde levantaron un total de 98 expedientes por ocupación irregular de la vía pública, es decir terrazas de establecimientos, bares y restaurantes, que sobrepasaban la superficie en la vía pública que tenían asignada.
Aunque las cifras aportadas no se detallan por zonas esta ocupación ilegal ha sido, durante los últimos meses, una de las irregularidades que más han denunciado los vecinos de Santa Catalina. Hasta tal punto ha sido así que la regiduría de Participació de Cort tuvo que volver a pintar en el barrio las líneas que delimitan el espacio disponible de las terrazas como recordatorio y para forzar su cumplimiento.
Otra de las irregularidades más habitual que ha detectado la patrulla verde, que está compuesta de 10 agentes, se refiere a la música fuera del horario permitido. En este caso el número de expedientes fue de 41, a los que hay que añadir los 17 equipos de música precintados, al considerarse una infracción grave, por superar los decibelios autorizados.
Por ruido no relacionado con la música, sino por el bullicio de los clientes en los locales se levantaron 31 expedientes y por expedir bebidas para que fueran consumidas en la vía pública, cosa que prohíbe la normativa, fueron un total de 14 sanciones. Por último, según las mismas fuentes, en las inspecciones regulares que suele realizar la patrulla se levantaron 12 expedientes por deficiencias detectadas en los establecimientos.
El apunte
Denuncian la falta de efectivos del departamento para controlar toda la ciudad
7 comentarios
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Doncs vaja una fama que tenen els de sa "patrulla verda".
!!!IMAGINO QUE EL PRIMER EXPEDIENTE SERA A LA DEPURADORA DEL AYUNTAMIENTO POR VERTER M....EN LAS PLAYAS DE PALMA APROVECHANDO CUANDO CAEN CUATRO GOTAS!!!
Brigada verde, Policía COVID que nos quería imponer este gobierno local hasta que incluso su amigo Sánchez le dicho que aquí ya se iba un poco lejos .... Trabajadores con contratos más que dudosos para aplicar políticas a las órdenes de un gobierno local que solo sueña con restricciones. El civismo, el respeto de los vecinos, la regulación del ruido, No tienen que conllevar a exceso de normativas, reglamentos que ya nadie entiende. Se ve con la locuras de la ley de costas, derrumbando no los bienes de los ricos construidos ilegalmente, sino dando la lata a los más pequeños, los chiringuitos de toda la vida, los que son " casi " para todos. Este gobierno local con sus brigadas, sus mercenarios de la lengua catalana, sus intromisión cada día en nuestras vidas, solo sueño con su paraíso artificial. La marihuana, se podrá comprar libremente, uno se podrá emborrachar, ambos dañando toda una sociedad. Pero, las brigadas del tigre, prohibiran todo lo que a ellos no les convenga, hasta comer carne será mal visto, fumar un pitillo, o no ser admirador de un catalanismo descontrolado. Aquí, en Baleares, se nos quitan libertades, pero no tenemos seguridad, aquí en Baleares has más odio fomentado que soluciones, aquí en Baleares hay más impuestos para la clase media que soluciones, así tenemos nuestra sanidad. Basta ya de brigadas, policía paralela, queremos vivir libres con dignidad respeto y soluciones, No más normativas que ya nadie entiende.
O han salido poco o han sacado poco el bloc de denuncias. Estos no tienen afán recaudatorio. Aig, calla, que eran actuaciones contra locales de ocio, bares y restaurantes.
Poco han salido, he calculado unas tres actuaciones por día. En la calle que yo vivo no hay casi ningún bar que cumpla normativa, en 500 metros harían el trabajo de tres meses, eso sí hay que trabajar y lo que se dice es más vago que la chaqueta de un guardia.
No sale ni a uno cada día,vagos!!!