El coste de estas obras se incrementa un 50 por ciento por la actualización de precios, incrementados por la inflación y del precio de materiales. El anterior concurso quedó desierto precisamente por la súbita subida de los precios causada por la guerra de Ucrania.
No es la única obra afectada por la inflación, lo que deja a las empresas constructoras con escaso margen de maniobra. El caso más llamativo es el de el Baluard del Príncep, cuya rehabilitación está al 7 por ciento para su finalización, pero la constructora ha tenido problemas con los materiales. También ha ocurrido lo mismo con las obras de remodelación de la plaza dels Nins y el casal de barri de Génova, cuyos concursos quedaron desiertos o sufrieron renuncias de las constructoras.
En cuanto al proyecto de las piscinas de s'Aigo Dolça, «gracias a un decreto del Gobierno central al que se acogió el Ajuntament de Palma, han podido pedir una compensación por el alza de los materiales aunque las obras ya estaban en ejecución», señalaron fuentes de Cort.
Nuredduna
Por su parte, la regidora de Infraestructures del Consistorio, Angélica Pastor, advirtió que «el proyecto de Nuredduna se retrasó tres meses porque no llegaban los suministros de las farolas», aunque en su departamento ya se tenía en cuenta la subida de los precios. En cuanto al paseo de Son Sardina, Model de Ciutat ha iniciado el proceso de tramitación de las obras tras el acuerdo de la Junta de Govern del pasado 30 de diciembre.
En los próximos meses se llevarán a cabo los trámites pertinentes para que las empresas interesadas se presenten al concurso y posteriormente se ejecuten las obras. Los trabajos del paseo se ejecutarán en un plazo de cuatro meses.
4 comentarios
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Fernando, me llamo Fernando Cortés...Te puedo asegurar que los guiris forrados tienen los mismos problemas que el resto de los mortales (subidas de precios y retrasos en la entrega de materiales). Los que sí tienen problemas más graves son las administraciones públicas ya que la tramitación de un cambio de precio es larguísima. Con un particular, ya sea un guiri forrado o un ciudadano "normal", si los precios de los materiales suben mucho, el constructor expone el problema al cliente y en 2 días acuerdan un precio que se ajusta a la nueva realidad del mercado. Habrá algunos retrasos en la entrega de algún material pero, al final, el impacto sobre la duración de la obra no será muy grande. En cambio, cambiar un precio en una licitación pública es un proceso largo y tedioso y en muchos casos es más fácil para el constructor renunciar a la obra y pagar la penalización correspondiente que renegociar un precio con la administración pública.
Nos estan tomando el pelo a toda la población. Aquí las oligarquías demierda se están aprovechando y contando cuentos-chinos (como el de Ucrania) para seguir robándonos.
No paro de ver nuevos chaletazos y mansiones en plena construcción por zonas rusticas sobre todo en Santanyi. Pa los guiris forrados no hay problema de materiales.
Si antes ya iba mal …… ahora añade lo de la subida de precios y falta de material…….que no se si es verdad o una excusa……. no sé…….