El espacio dispuesto para la cama es un colchón cuadrado y no hay techo visible. También se puede ver como hay muchos carros de la compra de varios supermercados llenos de mucha ropa, de invierno y verano, y varias sombrillas puestas.
Entrar ahí dentro no es fácil debido a que todas las vallas están cerradas, además de que está entre los dos carriles del paseo. Tampoco hay un paso de peatones cerca que permita seguir hacia dentro e instalarse. Es algo inédito ya que ningún indigente se había instalado en esta zona de Palma.
Por otra parte, cabe destacar que los vecinos del Paseo Marítimo de Palma se han mostrado indignados por la suciedad y el incivismo que sufren a diario. Papeleras desbordadas, basura por los suelos, aceras pegajosas y con manchas imborrables en los nuevos adoquines y los olores a vómito y orín dan forma al decorado con el que se encuentran a diario los ciudadanos de la zona, que han optado por difundir un vídeo en 'Instagram' mostrando las diferentes escenas que enturbian su día a día.
«Es un verdadero desastre de suciedad», explica el presidente de la Associació Veïns Passeig Marítim Palma, Antonio Ruiz, que remarca que los servicios de limpieza tienen problemas para acabar con la suciedad ya incrustada en las aceras y los adoquines que apenas llevan dos meses colocados. «La gente deja todo por los suelos, hay vómitos, orines y todo tipo de restos. Emaya pasa sobre las 6 o las 7 de la mañana, pero en muchos puntos se encuentra que el suelo está deteriorado y poroso. Las aceras absorben toda la grasa y los líquidos, lo que ha generado unas manchas que ya no hay quien las quite», añade.
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