Imagen de archivo de locales comerciales en Palma. | Teresa Ayuga

TW
5

En el pleno del Ajuntament de Palma de este jueves se ha llevado a cabo la votación de la aplicación de la ley de emergencia habitacional, que permite reconvertir locales en viviendas o crecer en altura para construir nuevas viviendas a precio limitado. Un mero trámite ya que ya se aplicaba esta normativa en el municipio en forma de decreto. La propuesta ha contado con el apoyo de PP y Vox, mientras que la izquierda en bloque se ha opuesto. Se trata de una medida que ya se ha ido aplicando en los últimos meses en forma de decreto y que, como señaló el regidor de Urbanisme, Óscar Fidalgo, «nos está llegando un goteo constante de proyectos».

La regidora de Unidas Podemos, Lucía Muñoz, se mostró en contra de la medida ya que «no aumenta la vivienda asequible sino que incrementa los precios de los locales comerciales. Se van a convertir en barrios dormitorio y habrá una pérdida de ejes productivos».

Por su parte, la portavoz del grupo municipal de Més, Neus Truyol, advirtió que «dicen que con esta medida será una solución al grave problema de la vivienda, pero su aplicación provocará un incremento del negocio inmobiliario y creará problemas a los vecinos». Truyol vaticinó que con la aplicación de la ley, «desaparecerán nuevos equipamientos públicos y privados para construir viviendas. Tenemos muchas barriadas con problemas por falta de equipamientos». También hizo referencia al crecimiento en alturas, «en Avingudes se pueden llegar a las 18 plantas, en Aragón a las 14 y en Blanquerna, a 9. Se está llevando a cabo la especulación de solares con un urbanismo a la carta».

Fulgencio Coll, portavoz de Vox, señaló que «hay un problema gravísimo de vivienda» y se mostró favorable a las medidas que propone la ley, como la conversión de locales comerciales en pisos o el incremento de alturas. Y no dudó en tildar de «fracaso» las medidas sobre vivienda llevadas a cabo en los ocho años de gobiernos de izquierda, pero también tuvo para el PP: «También se puede calificar de fracaso el año que llevamos, vamos con un año de reraso».

Noticias relacionadas

Por su parte, Pepe Martínez, concejal del PSOE, advirtió que «hay 120.000 habitantes en los barrios periféricos más allá de la Vía de Cintura que tendrán que peregrinar en busca de un eje comercial. ¿No hay ninguno que proteger?». Martínez insistió en la necesidad de un estudio para conocer las consecuencias, en el que intervinieran urbanismo o comercio.

Fidalgo rebatió las acusaciones de la oposición y señaló que «cuando se cambia el uso de local a vivienda, se hace de manera voluntaria y a precio limitado. Es difícil especular cuando hay un precio máximo fijado. Y no es cierto que desaparezcan equipamientos, forma parte del plan de choque de vivienda. En los suelos dotacionales que se construyan viviendas habrá equipamientos». Y advirtió a Truyol que «es falso que vayan a hacerse rascacielos. Era usted la que quería que los jóvenes se fuesen a vivir en contenedores».

El concejal de Urbanisme recordó que «en el plan de choque, de próxima constitución, se incluirán las 1.200 viviendas que se construirán en suelos dotacionales y allí se harán dotaciones también. Se trata de solares que están desocupados desde hace más de treinta año». Fidalgo señaló que «en Palma recibimos solicitudes de información para crecer en altura y la conversión de locales. A veces se queda solo en información y otras, en proyectos firmes. Tenemos un goteo incesante».

El portavoz del PSOE de Palma, Francisco Ducrós, aseguró en los pasillos que «se ha puesto en marcha esta medida sin hacer hecho un estudio de impacto en los barrios de la ciudad. No hay ninguna zona excluida en todos los barrios de fuera de la Vía de Cintura. Hay que analizar los efectos en movilidad, comercio y en los servicios de limpieza».