Imagen de archivo de dos agentes de Seguridad Ciudadana del Ajuntament de Palma precintando el local. | Archivo UH

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El área de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma ha inspeccionado este verano 68 edificios de la primera línea de Playa de Palma, una campaña que se ha saldado con cuatro inmuebles precintados y desalojados en los casos más graves debido a deficiencias estructurales.

El regidor del área, Óscar Fidalgo, ha dado cuenta de los resultados de esta campaña «necesaria» y «tranquilizadora» durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gerencia de Urbanismo de este martes. El foco se ha puesto en la franja comprendida entre el Camí de Na Gabriela y el Torrent dels Jueus, ya que los edificios presentan características constructivas similares y son «probablemente los más antiguos de la Playa de Palma».

En total se han derivado 49 órdenes de ejecución menos graves, la mayor parte por daños menores en la estructura del edificio y un 30 por ciento por daños que podrían generar desprendimientos de fachadas.

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En cuanto a los cuatro edificios precintados, uno de ellos, el restaurante Laguna Playa, fue clausurado a los pocos días de ser abierto por el propietario del Medusa Beach, cuyo derrumbe provocó la muerte de cuatro personas en mayo. El nuevo local era una pizzería situada justo al lado del local derrumbado, en la calle Cartago.

En la misma calle, otro de los edificios precintados es un inmueble de dos plantas y una planta baja que albergaba también un restaurante. Se detectó una ruptura en uno de los pilares que sustentan la estructura. El Ayuntamiento también informó este verano de otro precinto de un local comercial de la misma vía. El expediente impide recuperar el uso de la propiedad hasta que se subsanen todas las deficiencias detectadas.

Fidalgo ha remarcado que los técnicos de Disciplina Urbanística realizan inspecciones a lo largo del año, de forma regular, en distintas zonas de la ciudad para comprobar que se ajustan a la legalidad vigente. Con todo, los medios son «muy limitados» y las necesidades «casi infinitas», según el concejal.