Calesas en la parada en la plaza de la Reina, este mismo lunes, un día de lluvia. | Redacción Local

TW
12

Més per Palma ha reclamado este lunes sustituir las calesas tiradas por caballos por galeras eléctricas, una propuesta que defenderá en el pleno del jueves y con la que también pide endurecer el castigo a los caleseros que incumplan las normas. Los ecosoberanistas impulsan esta iniciativa en colaboración con Progreso en Verde, que no tiene representación municipal.

En una rueda de prensa conjunta, la portavoz de Més, Neus Truyol, y el presidente de Progreso en Verde, Guillem Amengual, han alertado de los problemas de salud que sufren los caballos que tiran de las calesas. Truyol ha advertido de que el caso de Palma es una «anomalía» en comparación con otras ciudades europeas, donde estos servicios han ido desapareciendo. Como ejemplo ha citado Barcelona, que retiró las calesas con animales en 2018.

Según Amengual, en Xàtiva (Comunitat Valenciana) se está fabricando una remesa de galeras eléctricas para el Ayuntamiento de Alcúdia, que en principio se pondrían en funcionamiento en 2025. Sin embargo, no hay constancia de ningún encargo similar para Palma, a pesar de que en 2022 se aprobó la sustitución de los carruajes e impulsar ayudas para facilitar el cambio. De hecho, se prevé que PP y Vox voten en el pleno en contra del punto relativo a las calesas eléctricas. Hace un año, el regidor de Mobilitat, Antonio Deudero, anticipó que no iban a implantar las galeras eléctricas en Palma hasta ver cómo funciona el proyecto piloto en Alcúdia.

Noticias relacionadas

Los dos grupos que ostentan la mayoría también se opusieron en comisión a la propuesta de Més de endurecer los controles y sanciones. Los ecosoberanistas plantean que el Ayuntamiento pueda retirar la licencia a los caleseros ante infracciones graves y que no puedan circular caballos de más de 16 años. «Actualmente hay muchos que están dando servicio entre 16 y 22 años», ha indicado Amengual. Los animalistas también piden que el servicio no pueda funcionar si hay activa una alerta meteorológica de cualquier tipo. A día de hoy sólo se contempla esa posibilidad en caso de avisos por calor.

Asimismo, Més y Progreso en Verde también piden que el Ayuntamiento haga una oferta para rescatar licencias de caleseros que voluntariamente quieran desprenderse de ellas. En ese caso, la administración compra las licencias para extinguirlas definitivamente. Según Amengual, la última vez que el Ayuntamiento lo hizo fue en 2006, cuando pagó 30.000 euros por una decena de licencias. Con esta maniobra conseguirían reducir el techo de licencias; actualmente hay 28 en activo. Truyol ha remarcado que algunas de esas licencias todavía vigentes fueron otorgadas en la época franquista con carácter vitalicio y hereditario.

Truyol ha animado a PP y Vox a cambiar su sentido del voto de aquí al jueves, considerando que las medidas que han presentado son «realistas» y «de mínimos». La ecosoberanista ha lanzado que, en medio del debate sobre la sostenibilidad turística, este tipo de servicios son cada vez más criticados por los turistas, por lo que ha llamado a reenfocar los carruajes a «un turismo más razonable y adecuado a los valores sociales» de la ciudad.