La empresa municipal asume íntegramente el coste de esta actuación, que parte de una estimación de unos 50 euros por metro cuadrado de graffiti eliminado. Bauzá explicó que la antigüedad del edificio (construido en 1907), y su consideración patrimonial encarecen este tipo de intervenciones. De hecho, el proyecto de limpieza tuvo que pasar por la Comisión de Centro Histórico, que le dio el visto bueno hace dos semanas.
La actuación la firma una restauradora especializada en Bienes Culturales junto a un aparejador. La limpieza abarca tanto las cancelas como la fachada exterior de las cocheras de la Estación. Como indicó el regidor, se trata de una intervención particularmente delicada en la que hay que utilizar técnicas como «chorros de arena y materiales de mucha más precisión» de los que dispone Emaya, motivo por el que se recurre a una empresa externa. El proyecto contempla distintos tipos de limpieza para respetar las texturas y materiales originales del edificio. Además, los restauradores han propuesto aplicar una sustancia antigraffiti que facilitaría las operaciones de mantenimiento en el futuro.
Ante los medios, Bauzá insistió ayer en el compromiso de Cort contra las pintadas vandálicas: «Acciones como esta en la estación del tren de Sóller las aplicaremos a otros lugares de la ciudad». El siguiente es el Pont des Tren, y después se actuará en la zona de Sant Miquel y la iglesia de Sant Antoniet. A finales de año Emaya quiere acabar con la calle Sant Jaume, «que presenta un estado un tanto deplorable», en palabras del concejal. Emaya ha limpiado en lo que va de año 3.500 pintadas vandálicas, que representan una media de 380 actuaciones al mes.
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