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Es solo un cierre temporal pero los cinco kioskos municipales de Palma están en plena cuenta atrás: se están sometiendo a una reforma y un lavado de cara para iniciar una nueva vida. La empresa Kemfactory se adjudicó la concesión de los cinco kioskos repartidos por Palma y el pasado lunes inició la rehabilitación del de Plaça d’Espanya. «Vamos a mantener la venta de la prensa de papel. Siempre hemos apostado por ella», advirtió Sebastián Jiménez Grifith, que también es el propietario de la cadena de cafeterías MDQ.

Prensa diaria, revistas y material de papelería eran hasta ahora el contenido habitual de estos puntos de venta, pero ahora se sumarán bebidas, helados, bocadillos, tarjetas de recarga y telefonía o cajeros automáticos ATM. El objetivo es hacer aún más atractivos estos kioskos, situados en puntos estratégicos de la ciudad.

«El lunes comenzamos con la reforma del kiosko de Plaça d’Espanya y estará listo la semana que viene. Y después iremos a por el siguiente, hasta que estén todos listos», dijo Jiménez. Los próximos en la lista de espera son los de Plaça Progrés, Plaça del Mercat, Plaça Joan Carles I y el antiguo kiosko de PalmaActiva, en el Mercat de l’Olivar. Al final cerrarán los de la Rambla y el de la Porta de Sant Antoni.

«Estamos limpiando las estanterías del kiosko de Plaça d’Espanya, vamos a colocarle nuevos vinilos y darle una capa de pintura. Quedará bastante bonito», confía Jiménez, que se interesó por la gestión de estos puntos de venta por su atractivo comercial y su situación estratégica en el centro de Ciutat. Los kioskos municipales vuelven con la prensa de siempre y con las ganas de enganchar a nuevos clientes.