Detalle de una escultura en una tumba del cementerio. | Pere Bota

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La forma en la que la sociedad afronta la muerte evoluciona, y el Cementerio Municipal de Palma quiere evolucionar con ella. La Empresa Funeraria Municipal (EFM) tiene en marcha varios proyectos para transformar este espacio, integrándolo en el paisaje urbano de la ciudad y desterrando la idea de los camposantos como un patrimonio lejano y olvidado de las ciudades.

«Son Tril·lo (el nombre original del cementerio) se convertirá en un gran parque abierto a la ciudad y a sus ciudadanos, una continuación del Parc de sa Riera, un espacio de ocio, descanso, paseo, reflexión y encuentro», expone el gerente de la Funeraria, Carlos Martínez de Tejada.

Reformas

Para el año 2025 la empresa municipal ha presupuestado inversiones por valor de 3,2 millones de euros. Entre las intervenciones en marcha destaca la reordenación del Sector 2, la parte más antigua del cementerio, un proyecto que abarca varias legislaturas. Las dos primeras fases ya fueron ejecutadas y en estos momentos se están redactando los pliegos para la última.

«Tenemos muchas ganas de poder lanzar este proyecto, ya que se dibujará un gran paseo, paralelo al vial del torrente de Sa Riera, que dotará al espacio de zonas ajardinadas y de descanso», explica el gerente. También está en tramitación un proyecto de ampliación de la zona de cementerio musulmán. El actual Jardí de l’Islam, inaugurado en 2010, cuenta con unas cuarenta tumbas, y ya hace unos años se pusieron de manifiesto los problemas de espacio para la comunidad residente en Mallorca.

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Cambios de tendencia

La adaptación del cementerio a las nuevas costumbres funerarias también se refleja en el Tanatorio de Son Valentí. Las incineraciones son cada vez más frecuentes, y existe un proyecto de ampliación y reforma del tanatorio que contempla que los hornos crematorios de Palma se incorporen al edificio. «Esto va a mejorar nuestro servicio ya que los usuarios de Palma no tendrán que desplazarse a otro punto del cementerio», apunta Martínez de Tejada. Además, se prevé la incorporación de hornos de nueva generación con mejora del sistema de filtraje.

La reforma del tanatorio también pone el foco en «espacios para las familias, zonas de atención, espacios comunes, jardines y bosques». El proyecto se encuentra redactado y próximamente comenzará la fase de autorizaciones y la programación para construir por fases.

Paralelamente, la empresa municipal trabaja en otras ideas para adecuarse «a los deseos de la sociedad actual»: despedidas personalizadas, servicios digitales, creación de espacios verdes y uso ecológico. Entre las actuaciones incluidas en los presupuestos del año 2025 hay una partida de 60.000 euros para crear un bosque de cenizas donde las familias puedan depositar las de sus seres queridos.

Casi 200 años de historia

El cementerio de Son Tril·lo fue inaugurado en 1826 con cerca de 4.000 sepulturas. En 1917 comenzó la primera de las cuatro ampliaciones que ha experimentado: siguieron otras en 1958, 1970 y 1992. Con estos cambios se desvió parte de sa Riera para aprovechar los terrenos, se habilitó una avenida central para el paso de vehículos y se incorporaron terrenos de Son Valentí para conseguir más sepulturas. Según el actual gerente, a día de hoy hay suficiente ‘stock’ de unidades de enterramiento tradicional.