Autobús de la EMT. | P. LOZANO

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Las agresiones físicas a conductores de la EMT se han incrementado significativamente durante 2024. Mientras que en todo 2023 sólo se registró una, en lo que va de año, hasta acabar octubre, ya se han constatado 24 casos. Los trabajadores relacionan esta evolución a problemas de funcionamiento del servicio, intensificados por la gratuidad del transporte público. Entre 2022 y 2023 las agresiones, tanto físicas como verbales, ya crecieron un 50,7 %.

Si no hay sorpresas, el año que viene se volverá a pagar por utilizar el autobús en Palma, y la EMT calcula que supondrá una bajada de viajeros del 15%. Por ello, los trabajadores han acogido con cierto alivio la noticia. Según trasladan los sindicatos representados en la EMT, la bonificación total del transporte había supuesto una subida de pasajeros muy difícil de asumir con los recursos disponibles, traduciéndose en un peor servicio que ha irritado a los usuarios y también ha perjudicado a los propios conductores. «Hemos aguantado muchas quejas estos dos años. Ha aumentado mucho el pasaje, pero no en proporción ni la plantilla ni la flota, y eso se ha sentido con muchísimo estés y ansiedad», indica el delegado sindical de de USO, Juan Antonio Salamanca. «En verano las líneas más saturadas son las turísticas, y en invierno las de los barrios, sobre todo la L7 y la L5 en horas puntuales», completa el secretario general de SATI, Andrés Rodríguez. El delegado sindical de SITEIB, Tolo Pascual, añade que «el que paga es el trabajador, la cara visible de la empresa, aunque no tenga ninguna culpa». Tolo Serra, de UGT, concuerda en que ha «faltado infraestructura» para atender una medida como la gratuidad.

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Los chóferes coinciden en que hay más personas que utilizan el autobús para hacer viajes cortos, aunque sean de apenas una o dos paradas. «Necesitas más tiempo para hacer el recorrido porque te detienes más rato en cada parada. Ellos lo que ven es que el autobús llega tarde y encima va lleno y los deja en la parada. Soy el primero que entiende al usuario», expresa un conductor.

Compras de autobuses

Los sindicatos reivindican una ampliación de plantilla acompañada de un crecimiento de flota para mejorar el servicio. Mobilitat confirmó que se comprarán nuevas unidades eléctricas y de hecho ya se están preparando los pliegos, pero los representantes de los trabajadores matizan que las compras de autobuses, por su fabricación, suelen ser lentas, de 18 a 20 meses. El comité no tiene noticias de que se vaya a entregar en breve ninguna unidad, y la flota «se está quedando muy anticuada», avisan.