Pintadas en el convento de les Caputxines. | R.L.

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Tras la eliminación de las pintadas vandálicas del convento de Santa Magdalena, en La Rambla, la fundación Forteza-Rey ha puesto sus ojos en el convento de la Puríssima Concepció de las monjas Caputxines, situado en la calle de Can Jaquotot. De hecho, tanto la comisión de Patrimoni del Consell de Mallorca como la Comisión del Centre Històric del Ajuntament de Palma han dado luz verde a este nuevo proyecto de rehabilitación.

Durante años, la fachada principal de las Caputxines así como la puerta de entrada han sido objeto de actos vandálicos, como ocurre en muchas propiedades del Casc Antic. Este céntrico convento cuenta con categoría de Bien de Interés Cultural (BIC) y las pinturas con aerosoles han penetrado en la piedra arenisca que constituye el muro y la puerta de acceso situada en la entrada principal. La Fundación Forteza-Rey pidió una intervención para subsanar los grafitis de este inmueble cuya primera piedra se puso en 1687.

Pep Forteza-Rey señaló este martes que «la limpieza y rehabilitación de las murallas del convento de Santa Magdalena ya está totalmente finalizado y por ahora no han vuelto las pintadas». Ahora es el turno del convento de las Caputxines, que después de su limpieza y rehabilitación se someterá a un tratamiento antipintadas para que la eliminación de los posteriores grafitis, si los hubiese, sea más sencilla. La intervención deberá ser ejecutada por profesionales con titulación oficial en conservación y restauración.