Imagen de las multas sin notificar y aparecidas en un torrente meses atrás.

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El testimonio y la historia de Joan Ferrer, un jubilado vecino de Sant Jordi que denunciaba la recepción de una multa de tráfico en Palma referente a unos hechos acaecidos medio año antes de una notificación posterior a otra que nunca se produjo pero que sí le consta al Ajuntament. Este ciudadano explica que se le ha informado que la sanción se le notificó en abril, pero realmente no llegó hasta sus manos en agosto, cuando empezó una carrera contrarreloj para intentar defender su derecho a tener el 50% de reducción del importe.

El elevado importe de la multa (1.200 euros) provocó la indignación de este ciudadano por un caso que un vecino de su misma calle ha sufrido en idénticas circunstancias, aunque con un importe de sanción menor. Pero, a su vez, la publicación de esta denuncia en Última Hora ha provocado una cascada de reacciones por parte de otros palmesanos que se han visto envueltos en un caso calcado al de Joan Ferrer, recordando muchos de ellos un episodio protagonizado por una empresa de reparto y notificación de esas sanciones hace poco más de un año, cuando muchos de esos documentos aparecieron esparcidos y en torrentes de Palma y sin haber llegado a sus destinatarios.

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Desde Consubal (Consumidores y Usuarios de las Islas Baleares) aseguran que ya han tenido constancia de estas incidencias y están gestionando algunas de ellas, tal y como confirma su presidente, Alfonso Rodríguez. Ante ello, dejan claro cuál es el procedimiento a seguir, comenzando por un recurso ante el negociado de multas del Ajuntament de Palma; en caso de obtener respuesta negativa, tocaría interponer un recurso de oposición ante Cort que, si vuelve a ser denegado, obligará a cambiar de estrategia, aunque el camino se complica ya que deja a un recurso contencioso-administrativo como opción, aunque esa vía lleva consigo una dilatación enorme en el tiempo.

Pese a ello, se invita a todos los que se encuentren en esta situación a agotar las vías legales, siendo clave poder demostrar con una prueba contundente, en caso de esas notificaciones no entregadas, que en el momento de la misma sí se estaba en el domicilio. Tal es el movimiento que, incluso, existe un grupo de afectados (Stop Multes Sense Notificació!!) que reúne a muchos de esos ciudadanos que, meses después de las infracciones denunciadas por la Policía Local, se encuentran con esa desagradable sorpresa en forma de elevada multa, consecuencia de unos recargos realizados por una ausencia de pago y notificación inicial que desconocían.