Mario Sánchez Suárez, de ocho años de edad, es un niño de Son
Servera al que le fue diagnosticado, hace ahora un año, que sufría
una enfermedad que le cambiaría su ritmo de vida, diabetes.
La enfermedad se ha ido desarrollando en el niño con altibajos,
lo que ha hecho que a Mario Sánchez se le tengan que efectuar
revisiones diarias para controlar el nivel de azucar en la
sangre.
El control se lleva a cabo con un aparato y unas tiras reactivas
"conocidas como Glucocard Memory" que se le aplican seis veces al
día. Según explica la madre del niño, María del Mar Suárez,
«algunos días podemos pasar con controles de tres o cuatro veces,
pero la mayoría de días tenemos que llevar a cabo hasta seis
controles diarios con las tiras reactivas y en cada caja sólo
entran 50».
El problema, siempre según explica María del Mar Suárez, es que
«en el centro de salud de Son Servera hacen las recetas y las
remiten al inspector médico en el Instituto Nacional de la Salud
(Insalud) de Palma, y una vez firmadas vuelven a ser remitidas al
centro, lo que hace que nos tengamos que pasar varias semanas
"hasta cinco seguidas" para poder conseguir las tiras reactivas. En
muchas ocasiones no me ha quedado otra solución más que ir a la
farmacia y comprar un paquete de Glucocard que cuesta 9.000
pesetas».
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