La libertad de un niño de siete años que esgrime la madre y las
normas de convivencia e higiene que ha defendido un profesor de
gimnasia de la escuela pública del Puig, han provocado un conflicto
en Lloseta.
El uso que hacía Jordi Daniel de una gorra para que su melena,
que le tapaba los ojos, no le impidiese ver correctamente no fue
autorizado por el profesor de gimnasia de la escuela, postura que
ha sido apoyada por el jefe de estudios, Tomeu Colom, en ausencia
del director Lluc Bal·le, que está de viaje de estudios con un
grupo de alumnos.
El docente, que había pedido a la madre su presencia para
comentarle la bajada de rendimiento sufrida por Jordi en los
últimos meses, aprovechó la reunión para comentar a la madre, Juana
Pol, que el uso de la gorra por parte de su hijo cuando realizaba
ejercicio físico en el pabellón anexo al centro, iba contra las
normas de convivencia y de higiene. El profesor indicó a la madre
que el pequeño podría hacer uso, en cualquier caso, de una diadema.
Esta opción fue criticada por la madre, ya que piensa que su hijo
puede ser objeto de burla por el hecho de llevar esta prenda en la
cabeza.
Ante la disyuntiva en que se ha encontrado la madre, luchar por
defender la libertad de su hijo a llevar melena o cortársela, Juana
se ha decidido por esta última. Ayer su hijo acudió a clase ya sin
los cabellos que le impedían ver correctamente.
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