Después de haber pasado toda la legislatura a expensas de la
oposición, que no coincidía con el equipo de gobierno en la manera
de invertir el remanente de que dispone el Ajuntament d'Inca, de
186 millones de pesetas, el PP pudo sacar adelante su plan de
inversiones.
La oposición, sin el socialista Busquets, se quedaba con 10
concejales (7 del PSOE, 2 del PSM y 1 de II), y el equipo de
gobierno, con otros 10 concejales, aprovechando el voto de calidad
del alcalde Pere Rotger se encontró con la oportunidad de aprobar
sus proyectos. De nada sirvieron las intervenciones de los
portavoces de la oposición que pedían que todos los puntos de la
orden del día que suponían gastar dinero del remanente quedaran
sobre la mesa para ser discutidos en un pleno en el que estuvieran
presentes todos los concejales.
Y es que los tres grupos de la oposición, pocas horas antes de
la celebración del pleno, habían llegado al acuerdo de presentar
una moción conjunta para invertir la gran parte del remanente en
inversiones deportivas en el cuartel General Luque, que ascendían a
unos 70 millones de pesetas. Con el resto de inversiones, la
oposición estaba de acuerdo con el equipo de gobierno.
Pero una repentina indisposición del concejal Biel Busquets, que
provocó que no acudiese al pleno, fue decisiva para que el PP
aprovechase la situación. Y de qué manera. La oposición, ante la
postura que adoptó el equipo de gobierno, abandonó sus puestos y se
sentó junto al público.
El equipo de gobierno había preparado el «pleno estrella» de la
legislatura, con 41 puntos en la orden del día. Antes de llegar a
los puntos que se referían a inversiones y de que la oposición
abandonase el pleno, se aprobó por unanimidad poner a exposición
pública la revisión del PGOU. Las inversiones aprobadas fueron el
colector de la Gran Vía Colom, la reforma de la calle Muntanera, el
acabado de las obras del claustro de Sant Domingo, el asfaltado de
caminos rurales, mejoras en el polideportivo Mateu Cañellas,
asfaltado de la carretera de Santa Magdalena, reformas en el
edificio del Lladoner, acondicionamiento de la calle Pare Cerdà y
la prolongación de la calle Escorca.
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