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CARMEN RUIZ Rodeado de sus amigos, de sus familiares y de numerosos vecinos de Valldemossa, el canónigo doctoral Bruno Morey celebró ayer su sesenta aniversario de ordenación presbiteral. Bruno Morey, colaborador habitual de , ofició en la iglesia de Sant Bartomeu una emotiva eucaristía en la que recordó sus inicios en el sacerdocio con «24 años recién cumplidos» y las 22.000 misas que ha celebrado desde entonces. El canónigo doctoral "«en un acto público de humildad»" pidió perdón a los valldemossins «por lo que he hecho mal o por lo que no he hecho por pereza», al mismo tiempo que agradeció enormemente a los asistentes haberle acompañado en la celebración de las bodas de diamante con el sacerdocio.

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La eucarística la ofició acompañado por once sacerdotes, entre ellos el vicario general, Joan Bestard, y el rector de Valldemossa, Antoni Dols. Bruno Morey no pudo evitar emocionarse en el transcurso de la misa.

La iglesia de Sant Bartomeu fue escenario del Ball de l'Oferta y, posteriormente, un grupo de amigos de realizó una serie de ofrendas a don Bruno: pan, vino, un ramos de rosas, frutas y una litografía.

El obispo, Teodor Úbeda, y Rosa Estaràs, consellera de Presidència, felicitaron a Bruno Morey por su aniversario en sendos escritos. El canónigo doctoral también recibió la bendición apostólica de Juan Pablo II a través de un escrito de la Secretaria de Estado del Vaticano. Tras la eucaristía, Bruno Morey, hijo ilustre de Valldemossa, vivió uno de los momentos más emotivos, al descubrir una placa colocada por el Ajuntament en la casa donde nació.