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El mercado de arte y artesanía de Consell inició ayer su actividad rodeado de un inmejorable ambiente. La cincuentena de artistas y artesanos que decidieron trasladar su punto de venta del mercado de Binissalem al de Consell elogiaron, de entrada, el trato recibido por parte del alcalde de la localidad, Joan Bibiloni.

«En Binissalem no conseguimos el apoyo del Ajuntament, cada vez llegaba menos gente y la Administración local no hacía nada para potenciar el mercado, por éso decidimos abandonar», explicó el pintor Pep Martorell. Después pasó a elogiar la atención recibida por parte de las autoridades locales. Bibiloni recorrió los diferentes puntos de venta interesándose por la situación en la que se hallaba cada artista y también para comunicarles que se dirigieran al Ajuntament para proponer cualquier cambio que considerasen oportuno: «hasta finales de año estamos abiertos a recibir cualquier propuesta, después ya fijaremos los puntos de venta y empezaremos a cobrar la cuota», indicó Bibilioni. Muchos artesanos se han desplazado hasta Consell porque «el baratillo que se ubica en las inmediaciones atrae a un importante número de visitantes y en Binissalem el mercado no funcionaba, el pueblo no es turístico y desde el Ajuntament tampoco hicieron propaganda para reactivar el funcionamiento», comentó la pintora Ana María Aguilar. Pero no todos los artesanos procedían de Binissalem, otros como Rosario Castro, de Cerámica Aleza, venía de Caimari.