El convento de las agustinas de Binissalem puede convertirse en un
centro de acogida de personas desarraigadas de la sociedad
procedentes del centro Can Palerm de Palma. Con este proyecto, el
Ajuntament podría instalar en la planta baja del convento una
residencia de día para los ancianos del municipio.
El convento de las agustinas, que es propiedad del Obispado,
hace tres años fue cerrado por falta de vocaciones religiosas. El
anterior delegado de Benestar Social del Consell de Mallorca, Damià
Pons, mantuvo contactos con el Obispado para el traslado de los
acogidos de Can Palerm en estas instalaciones. Las gestiones
quedaron paralizadas a causa de las elecciones. Ahora, la nueva
responsable de asuntos sociales, Josefina Sintes, se reunirá con el
director del centro de Can Palerm, Antoni Garau, y representantes
del Obispado para reiniciar las conversaciones.
El proyecto de rehabilitación del convento está presupuestado en
200 millones de pesetas y el Ajuntament está a la espera, ya que en
caso de que no se realice esta inversión el Consistorio no podrá
instalar el centro de día por motivos económicos. Ubicar en el
mismo local dos servicios sociales permitiría compartir las
instalaciones y el personal. El Ajuntament correría con el
mantenimiento del centro de día.
Can Palerm acoge a unos 20 mayores desarraigados, algunos con
problemas de alcoholemia. El centro funciona merced a un convenio
entre el Consell y el Obispado a través de la Associació La
Sapiència.
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